miércoles, 16 de octubre de 2013

Ética, Arquitectura y Sustentabilidad_Jesus Fernandez Fernandez

Ética, Arquitectura y Sustentabilidad

  Sin duda haciendo el ejercicio particular Lorenzo Barnó de rebobinar sobre la presencia del humanoide caminante y pensante que es el hombre después de haber tomado conciencia de sí mismo, de los suyos  y de su presencia en el medio que habita y siempre según la explosión que nos presenta Lorenzo podríamos entender que nuestros antiguos pretendían vivir en un equilibrio mantenido con la naturaleza y el medio, un equilibrio que a modo de ver del ponente se debía a la idea que tenían nuestros antepasados de reflexionar sobre la necesidad de dejar a sus generaciones futuras el medio natural en el que ellos habían vivido, una idea de conciencia medioambiental sostenible y equilibrada. No participo mucho de esta teoría creo que nuestros antepasados de lo que carecían era de la suficiente capacidad de transformación del medio para romper el equilibrio, cosa que en la reciente historia y en un corto periodo de tiempo hemos invertido, tenemos una capacidad de transformación del medio que ahora si rompe el equilibrio, ahora si cualquier individuo ( del mundo desarrollado) es capaz de transformar ya sea consciente o inconscientemente ese equilibrio que teníamos cuando habitábamos en la cueva. Lo que nos lleva una vez analizado el ejercicio de rebobinar ¿podría ser a la conclusión de que lo mejor le podría haber paso a ese ser caminante y pensante era seguir en la cueva? o al menos este ser debería intentar volver a ella, ¿Deberíamos retroceder en el nivel de progreso?
  La respuesta a mi entender es rotundamente no, y entiendo que tampoco para el ponente, Lorenzo Barnó nos explica que los caminos hacia la sostenibilidad se deben de basar en la Ecología, la Equidad y la Economía para un  modelo de desarrollo sostenible frente a otra vía que sería la del Decrecimiento, un decrecimiento si bien no quedo explicado con suficiente claridad en qué consistiría por el ponente pero que  bajo mi poco conocimiento del mismo me atrevería a decir que se trataría de la vía de desarrollo y de modelo que nos devolvería a la Cueva. Un decrecimiento paulatino que nos devolvería a un consumo menor, una producción menor y un confort menor, que nos devolvería a ese equilibrio perdido de nuestros antiguos.
  Me temo que dicha vía no es aconsejable, tenemos un nivel cultura, un nivel de confort y de seguridad que nos ha proporcionado el desarrollo, ese desarrollo por el que nos hemos dejado de preocupar por si nos comerá un oso esta noche o por si me moriré por una pequeña infección de una herida. Con esto no quiero decir que el modelo que tenemos es el que funciona, demostrado esta que no, pero sin dudad un modelo basado en la ecología, La equidad y la economía, es el modelo de desarrollo que nos devolverá al equilibrio que hemos roto, cuando el producto interior bruto y los índices de crecimiento de un país se midan con parámetros no solo cuantitativos si no cualitativos, cunado nuestro PIB se mida en calidad de la educación, sanidad, felicidad, respeto al medio ……
  Como conclusiones y como reflexiones presenta el asociacionismo, el manido eslogan de piensa global y actúa local o su inversamente proporcional, eslóganes que si bien no hacen mal no son del todo funcionales. Cuando oigo hablar del asociacionismo no puedo evitar la escena del Señor de los anillos en la que los Ents (los arboles sabios y poderosos que protegen los bosques) se reúnen en asamblea para dilucidar si ayudaran al pequeño hobit contra Sauron, después de desarrollada casi la mitad de la terrible batalla que acaba con todo, los Ents llegan a una conclusión y esta es la de “aceptar debatir si ayudan o no ayudan” sin darse cuenta que tal vez tanta reflexión y tanto acto asambleario haga que cuando se pretenda tomar cartas en el asunto ya sea demasiado tarde.
  Es hora de reaccionar, es hora de que cada individuo tome conciencia de que el cambio, el verdadero cambio es él mismo, él es el que ha de cambiar, sus hábitos, su presencia en este mundo y modo de habitar en el mismo.
   El modelo de comunicación de dicho mensaje es la honestidad, se honestos con nosotros mismos y si de verdad creemos que este es el camino practicarlo y practicarlo con honestidad. Es tan importante que tipo de descendencia vamos a dejar en este mundo como que mundo vamos a dejar a nuestra descendencia, la única herencia que vamos a dejar y por la que se nos recordara es el mundo que dejaremos, porque, que no se nos olvide no somos eternos y más tarde o más temprano desapareceremos y tal vez lo mejor que podríamos decir cuando eso pase es “bueno, yo ya me voy, ahí os dejo este planeta, al menos he intentado no estropearlo más…..”

 

1 comentario:

  1. Qué buena entrada, Jesús.
    Está muy bien tu texto y que hayas tenido una actitud crítica hacia el contenido expuesto es una excelente señal.
    Un saludo.
    Lorenzo _ Stepienybarno

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