lunes, 16 de diciembre de 2013

ENCUENTRO ASA 06_16 de Noviembre de 2013_IZASKUN CHINCHILLA

Nuevas reflexiones sobre la forma de diseñar: el MÉTODO en CASCADA y la PEQUEÑA ESCALA

Actualmente en nuestra sociedad existe un cambio de paradigma en el diseño debido a la crisis medioambiental que estamos viviendo, la cual está provocando que diferentes colectivos tengan que comprometerse con la sociedad, de forma que, en la rama de la construcción, a los arquitectos se les exige un cambio en las formas de proyectar los edificios, debido a que la sostenibilidad se encuentra con ciertas resistencias a la hora de estar implicada en el proyecto.

De esta forma, existen dos metodologías de diseño que se aplican aún actualmente en las escuelas y que debieran de cambiarse, que son el método en cascada y la pequeña escala.
En referencia al primer método, el planteamiento del proyecto está organizado en cuatro etapas: recoger datos, analizar datos, formular una solución e implementarla. Por lo que, las desventajas de estos procedimientos son que no son reversibles, no se pueden producir saltos y que se le dedica el mismo tiempo al análisis que a la propuesta.

Por lo tanto, este tipo de enseñanzas han sido muy criticadas por sus resultados y no por sus propuestas, y entre sus críticos se encuentra Wendell Berry, el cuál expresa que el pensamiento en cascada genera unos efectos colaterales más indeseables que las propias soluciones que producen, y además, no funciona para problemas medioambientales o urbanos. Por lo que, podríamos decir que se ha aprendido a proyectar de una forma en la que solamente nos fijamos en un único objetivo y dejamos el resto sin tratar.

En este sentido, Berry nos dice que cada proyecto debería tener objetivos múltiples, plantear usos y materiales distintos, y apoyarse en redes naturales y en la reversibilidad. Este es el caso de la Rehabilitación del Castillo Garcimuñoz de Cuenca (mediateca), el cual se fija en diferentes objetivos incluida la sostenibilidad. Se plantea una atemperación bioclimática de la plataforma principal del edificio que separa dos ámbitos históricos diferentes, de forma que sólo se usará cuando el clima sea benigno (que gracias al diseño bioclimático, es prácticamente todo el año). Incluye expositores que además son chimeneas solares que expulsan el aire en verano y lo calientan en invierno generando una amplitud térmica de 7ºC entre el exterior y el interior. Además, se trata el tema de la accesibilidad, optando por diferentes soluciones que desvinculan el proyecto de la idea de edificio compacto y lo adaptan a la idea de urbanización interior de unas ruinas, colocando elementos ligeros en un doble circuito que responde por un lado a la autonomía (rampa tendida) y por otro a la eficacia (rampa italiana). Y por supuesto, es totalmente reversible (a la vez que desmontable y reciclable), por lo que se plantean siempre piezas pequeñas ligeras con uniones sencillas y atornilladas.

En referencia a la segunda metodología del diseño, la de la pequeña escala, en las escuelas se enseña que los elementos que menos presencia tienen en el espacio son los más importantes, así, la estructura es lo primero, luego las comunicaciones, y después los cerramientos, los acabados y los detalles. Pero el ciudadano piensa de forma contraria, y lo que ve de forma oblicua (detalle) es lo más importante. De esta forma, volvemos a un nuevo problema de enseñanza, ya que la forma de proyectar no responde a las necesidades de los usuarios y además esto se agrava más si cabe en la sostenibilidad, ya que si el usuario entiende, comprende y apoya el funcionamiento bioclimático de un edificio, la eficacia será máxima, pero si no lo hace, no servirá de nada.

Así, frente a la idea de un edificio con un soporte construido pesado y rígido y donde el usuario no tiene capacidad de interacción, se plantea una arquitectura que se fragmenta, que tiene equivalencia de peso y porte con el usuario y donde éste último tiene una gran capacidad de acción y transformación del espacio. Como ejemplos de estas ideas tenemos el proyecto para el huerto urbano en Murcia (hogar sin casa), diseñado para evitar las construcciones ilegales en lugares protegidos, y donde se plantean diferentes pabellones comunales para realizar diferentes actividades de la vida cotidiana, además de refugios desmontables que por el día se convierten en estructuras que producen sombra. Y por otro lado, el Pabellón para Medellín digital, el cuál es un proyecto de investigación que está basado en una serie de módulos en los que cada uno está destinado a un uso concreto. Estas piezas están realizadas con madera reciclable, y se podrán usar juntas o separadas en diferentes puntos de la ciudad en función a la necesidad de uso que exista.

En definitiva, actualmente debemos de generar nuevas formas de diseño que no se fijen en un único objetivo y traten varios aspectos a la vez, y donde se tenga mucho más en cuenta al usuario para que la eficacia del diseño y de lo que se quiera conseguir sea máxima.
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Bibliografía
Wendell Berry y su ensayo sobre el pensamiento en cascada y el objetivo múltiple

ENCUENTRO ASA 06_16 de Noviembre de 2013_ANDRÉS PEREA

El proyecto arquitectónico en el paradigma de la Sostenibilidad: CADUCIDAD y RECONVERSIÓN o RECICLABILIDAD

En estos momentos, nos encontramos en un panorama en el cual la ciudad ya no es como la habíamos imaginado, y por lo tanto, la manera en la que debemos de intervenir en ella debe de cambiar. Nuestra antigua forma de pensar, en la que la arquitectura era un bien que debía de perdurar durante cientos de años actualmente no tiene sentido, ya que cualquier arquitecto piensa que su edificio no dudará eternamente. Así que, debemos de replantearnos esos pensamientos y proponer lo que puede ocurrir con las construcciones cuando dejen de cumplir la función para la que fueron diseñadas, y teniendo presente siempre la ecología y el medio ambiente.

Así que, esta nueva idea donde la arquitectura tiene fecha de caducidad, es un elemento vital que nos debe de servir como nuevo material creativo, ya que la sustentabilidad tiene que ver también con la forma de pensar y acercarse a las decisiones de proyecto. En este sentido, podríamos decir que en la sostenibilidad lo realmente importante es la huella ecológica y con ella la prescripción, y por lo tanto, las decisiones del proyecto deben de tener que ver con la reciclabilidad y la reconversión. Por este motivo, podremos admitir que “la arquitectura está preñada o argumentada desde su fecha de caducidad”.

Estos conceptos se aplican en el proyecto para el concurso de un Polideportivo en Alaurín el Grande, en el cuál, la memoria del proyecto nos muestra los pasos que se deberán de seguir para desmontar el edificio cuando deje de ser útil. Además, podemos observar también como determinadas piezas metálicas son de tal manera para que luego puedan servir como pilares en nuevos proyectos, y así el edificio podrá ser reciclado totalmente (reciclabilidad). Igualmente podemos ver esas ideas en el diseño del concurso para el Pabellón de la Feria de Milán (Pabellón Italia), ya que, desde un primer momento se pretende que el edificio sea usado para la Expo y posteriormente se convierta en un centro de investigación tecnológica (reconversión). Por lo tanto, se crea una estructura tridimensional que genera una planta totalmente libre, sólo interrumpida por una rampa como elemento de comunicación vertical.

Además de todo esto, en el diseño del concurso para la Plaza de la encarnación en Sevilla, se nos muestra un nuevo concepto que se añade al anterior, y que debiera ser el primer mandamiento para el arquitecto o urbanista sostenible: “Amad las preexistencias sobre todas las cosas, luego podréis tirarlas, pero primero empezad por amarlas”. Y es por esto que, para este concurso se plantea una estructura apoyada sobre unos muros pantalla perimetrales ya existentes, de forma que se respeta los restos arqueológicos que se encontraron y no se pisa el suelo. Además de que se permite la posibilidad de que si el proyecto fuera un fracaso, se podría dejar el lugar como se encontró. También, se introduce la siguiente idea: “llegarán los tiempos de las cosas ligeras” (lema), basada en el libro de Javier Echeverría “Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno”, en el cuál se nos habla de tres entornos: el primero, el natural (identificado en la naturaleza); el segundo, el urbano (identificado en la ciudad); y el tercer entorno o telépolis (esfera net), que es compatible con ambos usando los nuevos avances tecnológicos, y que surge porque existe el problema de que los dos primeros no han conseguido llegar a una coexistencia. De esta manera, se introducen en la plaza espacios que se encontrarán en ese tercer entorno definido anteriormente, en el que la ciudadanía podrá interactuar en la plaza con la ayuda de internet y las nuevas tecnologías.

Por otro lado y también en relación a la sostenibilidad, podremos entender la arquitectura según Antonio Fernández Alba como un problema de representación del espacio (forma o imagen), es decir, basada en un estilismo; o como un problema de construcción del espacio, donde todos los elementos son necesarios para que el edificio se mantenga en pie, de forma que, se expresa la calidad cultural y durabilidad de la construcción.

Por lo tanto, a la hora de diseñar debemos tener presente nuevos conceptos que nos ayuden a ser más sostenibles: respetar siempre y en primer lugar lo que hay; pensar en la caducidad de la construcción y su posterior uso; y generar edificios transparentes casi como inacabados, fijándonos por ejemplo en el proyecto New Babylon de Constant, en el que se plantean construcciones cambiantes y adaptables a los deseos y necesidades de las personas, y donde los espacios públicos y de vivienda conforman una unidad estando separados de los espacios de circulación. DE esta forma, y aplicando estas nuevas reglas, podremos sin duda contribuir a vivir en un mundo mejor.
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Bibliografía
Clase Magistral de Andrés Perea en la ETSAM
Libro: "Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno" de Javier Echeverría
El proyecto New Babylon de Constant Nieuwenhuys

ENCUENTRO ASA 07_23 de Noviembre de 2013_EVA ÁLVAREZ

Urbanismo con perspectiva de género: WOMEN´S ISSUES, GENDER PLANNING and GENDER MAINSTREAMING

El urbanismo con perspectiva de género, es aquel en el que se persigue la calidad de vida para todo el mundo y el acceso equitativo a los bienes y recursos urbanos.
Queramos o no, diferentes tipos de personas utilizan o perciben de forma diferente el espacio público o privado de la ciudad. Por ejemplo, las mujeres pueden sentirse inseguras en un determinado lugar, debido a que esos espacios no han sido diseñados acordes con las necesidades de ellas. Por lo tanto, las ciudades han sido planificadas por diseñadores que no eran conscientes de las exigencias reales de todos sus habitantes, y en particular, del punto de vista y necesidades específicas del género femenino. Así que, debemos generar una nueva ciudad que tenga en cuenta las nuevas visiones que todos sus habitantes consideran importantes y necesitan para vivir mejor.

Los procesos de socialización entre mujeres y hombres han sido diferentes, por lo que tradicionalmente se han asignado unas determinadas tareas a la mujer, relacionadas al papel de cuidado, que no son tenidas en cuenta por los hombres. En este sentido, y como ya se ha explicado anteriormente, normalmente no pensamos las cosas con la perspectiva de todos los usuarios que han de llegar ahí, de forma que segregamos y hacemos invisibles determinadas acciones que deberían ser visibles, y que si se tuvieran en cuenta, serían beneficiosas no sólo para la mujer, sino que también para niños, discapacitados, ancianos e incluso el hombre (al realizar las labores que tradicionalmente se le asignan al género femenino y que actualmente también le corresponden).

En este sentido, la participación ciudadana, mediante datos estadísticos y la colaboración de las personas con menor representación en los procesos de toma de decisiones (además de la incorporación de la experiencia de las mujeres), es una herramienta fundamental en el diseño urbanístico, y es un acto que es indispensable para mejorar la convivencia y eliminar las discriminaciones que puedan existir. A partir de las aportaciones ciudadanas, llegamos a la conclusión de que se dispone de una percepción del uso del espacio público diferente entre diferentes personas, desde distintos puntos como la seguridad, transporte, accesibilidad o espacio relacional.

Normalmente la mujer a lo largo del día debe de realizar diversas tareas de la vida familiar, además de su propio trabajo, que son de muy diferentes índoles (compra, limpieza, cuidado…) y en lugares actualmente muy distanciados, por lo que no podrá realizarlas todas si seguimos con los modelos de ciudad actual. Y si además, el acceso al transporte público es inseguro, se limitarán también los horarios. Por lo tanto, en estos momentos hay que pensar en la restricción que impone la estructura espacio-temporal en las ciudades a la hora de diseñar, e ir a espacios en donde se tenga en cuenta al peatón; exista cierta seguridad; se puedan realizar recorridos cortos o existan ciudades compactas que generen lo anterior; se disponga de una buena calidad de infraestructuras….

De esta forma, las pautas para integrar la dimensión de género en el urbanismo, parten de favorecer la vida cotidiana y crear una ciudad de distancias cortas, de forma que cambiaríamos totalmente el diseño de la ciudad que actualmente tenemos. Son cambios que afectan al espacio urbano a todas sus escalas, desde la vivienda y su entorno inmediato, al barrio y al conjunto urbano y metropolitano. Las recomendaciones para esos cambios se centran en: integración de usos y proximidad (usos diversos y cercanos que permitan llegar rápido al producto deseado); transporte (mejorar la calidad, seguridad y ergonomía); espacio público y seguridad (diseño de espacios públicos con accesos y localizaciones seguras); vivienda (asegurar mezcla y diversidad de tipologías, y realizar diseños que respondan a las personas que lo habiten); actividad económica (mayores ofertas de empleo en lugares donde haya una mayor accesibilidad, transporte y seguridad); equipamientos, comercio y ocio (localización accesible en transporte público de infraestructuras hospitalarias, de ocio y de cultura).

En definitiva, se lucha por una ciudad más progresista, en la que tanto mujeres (que no son más débiles aunque socialmente se las haga más frágiles porque quizás tengan menos voz) como hombres, niños, ancianos, personas con problemas de movilidad… puedan vivir mejor según los deseos de cada uno, que en realidad son prácticamente los mismos o lo deberían de ser en un futuro. De forma que aplicando unas nuevas pautas de diseño, obtengamos el resultado de una CIUDAD PARA TODOS en donde todos los habitantes se encuentren cómodos.
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Bibliografía
Blog La ciudad viva: Eva Kail (espacios inusuales en Viena)
Urbanismo con perspectiva de género (Junta de Andalucía) Unidad de Igualdad y género
Para todos la 2 Debate: Perspectiva de género en urbanismo

jueves, 12 de diciembre de 2013


SOME CULTURAL SPACE OUT THEOREMS   (Jesús Ramos Santos) 

       Creativa, curiosa, divertida, desenfadada, son los adjetivos que pueden definir  a Izaskun Chinchilla para sus proyectos experimentales ; una mente creativa que siempre trabaja y que siempre se hace preguntas, que descubre problemas donde los otros encuentran respuestas satisfactorias, que le importa mucho más que los logros los errores y que se pasea por los lados ocultos de la arquitectura para generar un eclipse, una arquitectura de pensamiento divergente, es decir, con capacidad de romper continuamente los esquemas de la experiencia y que a través de su arquitectura experimental consigue lo que no es posible con la paradigmática. Izaskun Chinchilla actualmente divide su actividad en un trípode: la difusión de  su arquitectura, el campo de la docencia y la investigación académica mediante proyectos, exposiciones y publicaciones, con el objetivo de generar un pensamiento crítico entre arquitectura y cultura contemporánea. Tambien tiene un compromiso fuerte con la innovación, propone en sus proyectos ejercicios de multidisciplinaridad donde, a través de la ecología, la sociología o la ciencia, la arquitectura se distancia del discurso estilístico y se reencuentra con la complejidad de la vida en el mundo contemporáneo. En su proyecto del Pabellón para el Museo de Arte Moderno en Medellín impulsa la transformación de la ciudad en una smart city donde su diseño se gestó en pequeños grupos de estudiantes y tutores que combinaron su trabajo dando como resultado un pabellón, como un pequeño pueblo palafítico, construido mediante técnicas vernáculas y artesanales combinadas con la construcción digital y una estricta adaptación al clima particular de la ciudad, el cual se utiliza de forma compacta o aislada a diferentes comunidades.

            Apuntaba Izaskun Chinchilla que la sostenibilidad no puede existir porque se vive en un mundo insostenible. Desarrollo y sostenibilidad dos términos aparentemente difíciles de reconciliar pero debemos adoptar un punto de partida mucho más realista en donde estos dos conceptos convergan. Uno de los problemas de la sostenibilidad es que miramos el proyecto por un catalejo, focalizamos la mirada y no ampliamos la visión a otros factores sociales, económicos, de calidad, etc.. Nos propone un cambio de metodología desde una idea única a una agenda múltiple con objetivos plurales basados en el respeto de lo existente , pues cuanto más se apoyen los proyectos en lo existente más éxito tienen. En la Rehabilitación del Castillo de Garcimuñoz Cuenca, la propuesta se describe como un sistema fragmentado donde el usuario interacciona con el espacio y es capaz de apreciar el detalle y poder modificarlo, donde los elementos diseñados tiene dos características fundamentales: son autónomos y ligeros, todos los elementos incluidos en el proyecto pueden ser transportados por dos personas y todos pueden ser desmantelados. Se trata de un proyecto completamente reversible. Desde el punto de vista tectónico, la intervención se asemeja más a un mobiliario adherido al inmueble que a una nueva construcción. La arquitectura se comporta como un fantasma sostenible donde la decisión más inmediata, para un pequeño municipio es la limitación en los recursos disponibles, la minimización del area que requiere aporte energético y con este propósito se han incorporado varias técnicas bioclimáticas.

       La arquitecta basa su discurso en un concepto desarrollado por ella en el ámbito de la investigación: el “teorema humanístico espaciado”, un modelo interdisciplinar y abierto a la innovación y la creatividad. Frente al modelo piramidal anglosajón , que el sociólogo y antropólogo Emilio Luque denomina “método en cascada” consistente en cuatro etapas y que son: coger datos, analizar los datos, formular la solución e implementarla,  Chinchilla pone sobre el tapete 3 teoremas acerca de cómo abordar los proyectos arquitectónicos: el primero es el “teorema de las botellas de champagne” que va desde la botella pequeña consistente en presentar propuestas un poco atrevidas pero sin ninguna reflexión arquitectónica, a la propuesta de buscar diferentes escalas dando prioridades a las cosas pequeñas, un ejemplo lo tenemos en la casa verde de la Barbie con un nuevo modelo de cocina doméstica sin residuos en la huerta murciana donde hoy este tejido sufre la sustitución de parcelas de huerta por viviendas unifamiliares; la escalabilidad se ha convertido en una forma de análisis y conocimiento de la realidad característica de las lógicas sostenibles. El segundo lo denominó “Teorema de Berque”: el cual describe que en algún momento existía una relación con la naturaleza, pero en un momento dado se genera un distanciamiento, y el hombre se convierte en un observador de la naturaleza, donde no queremos conocimiento sino intervenir en el medio. Por último el “Teorema de las caras ocultas de las (N) lunas”: donde todo el mundo se adscribe a un paradigma pero éstos tienen areas no dominadas por ellos. Por todo esto se hace necesario una búsqueda de oportunidades fuera de estos paradigmas actuales, ya que éstos se cimentan en los logros y no en sus problemas, por eso no se desarrollan. Se abre un nuevo reto para el arquitecto desde el autor paradigmático o comercial hasta el arquitecto experimental, alejado del “síndrome del plano” en el que se hace  imprescindible la colaboración con otros agentes pues el arquitecto no soluciona los problemas sino que los redescribe, necesitamos recuperar la credibilidad.

Bibliografía

(1)       http://www.izaskunchinchilla.es/

(2)      Revista:“Innovación Abierta” por Izaskun Chinchilla

LA CADUCIDAD EN LA ARQUITECTURA ( Jesús Ramos Santos)

            Frente al discurso lógico de mostrar las distintas ventanas que tienen que ver con la ecología, Andrès Perea nos muestra un discurso ilógico, un alegato a favor de la caducidad en la arquitectura, aseguraba que no había vuelta atrás y que “el paradigma positivista lógico ha quedado envuelto por el paradigma de la complejidad” la cual busca gestionar la fractalidad, es decir la capacidad de adaptación. Se transforma por tanto el pensamiento y pasa de ser lógico y lineal, a un pensamiento complejo, donde la caducidad de los materiales y la arquitectura pasan a ser material creativo para el proyecto. A partir de este pensamiento complejo se establece la pregunta de que si la arquitectura será desmontable y ligera, en la cual la suma de las partes sea más que el todo en sí, donde no haya lógica definida; pues en esta ápoca de crisis los medios de comunicación provocan a la arquitectura, no la destrozan, donde “la verdad es lo que circula” y que el futuro de la arquitectura será temporal y efímera está claro.

       Este nuevo enfoque da un paso más a la posibilidad real de una ciudad mutable de lugares imprevisibles, con una cultura local y con una corresponsablidad del arquitecto como ciudadano y como especialista a través de una arquitectura de tecnología soft, en una construcción con fecha de caducidad. El discurso de Andrés Perea es un alegato en contra de actuaciones en nuestra ciudad como la plaza de la Encarnación de Sevilla, la calificaba de hiperfuncional, torpe, espacio represivo, extravagancia formal…, el ser humano es imprevisible y en el siglo XXI debemos plantear espacios para desarrolar actividades que a priori no podemos idear. Por respetar los árboles existentes y acondicionarlos con macetas y farolas no se humaniza un lugar. En su proyecto para el concurso de esta plaza en 2004 proponía un plano inclinado que resolvía la relación del viario urbano con el nivel inferior del recinto, un jardín arqueológico acotado por pantallas de hormigón, que constituye un auténtico ”pórtico o atrio” de acceso al parque desde el entorno urbano. Defendía su actuación en Sevilla con una frase magistral: ”Amar las preexistencias sobre todas las cosas”, las preexistencias son fundamentales, sin ellas no hay sostenibilidad.

       Por tanto Andrés Perea nos propone nuevos ingredientes para la realidad actual, en la que más que nunca es necesario aplicar teorías de diversas disciplinas en un proyecto, perseverando en la búsqueda del ciudadano activo. Uno puede estar de acuerdo con él en que la arquitectura sea “la fiesta de la existencia en un escenario de enorme incertidumbre”, porque es cierto que todo trabajo bien hecho es una fiesta y más la profesión de arquitecto, pero todos tenemos bastante claro que la fiesta hace tiempo que se ha acabado y que se complica averiguar qué viene después. Por eso, en medio de tanto juicio cabal cuando se aboga por la temporalidad ineludible de la futura arquitectura uno se pregunta si no se estará confundiendo la vanguardia con la moda, sobre todo ahora que la primera parece sufrir de timidez a la hora de aflorar y la segunda, sin embargo, parece invadirlo todo con sus vertiginosos ciclos de producción.

       Andrés Perea plantea además que para idear arquitectura avanzada, él necesitaba diseñar en un estado de libertad total y que la causa-efecto ha desaparecido: “vivimos abocados a una arquitectura de tiempos breves”. La inexorable temporalidad de la arquitectura de la que nos hablaba en clase se realiza en su proyecto del Pabellón de Italia en el cual planteaba un gran pabellón como centro de investigación tecnológico pero no una tecnología dura o paleotécnica sino una tecnología blanda, por eso será necesaria una nueva revolución tecnológica y estética para poder hablar de la caducidad de la Arquitectura Moderna; pues un edificio Moderno se analiza desde su respuesta al programa (usuarios), ambiente, tecnologías aplicadas (construcción) y sentido de la forma. Cuando se pretende utilizar estos parámetros para revisar nuestra arquitectura pasada, no se contestan sino solamente con respuestas subjetivas y hasta afectivas. Este pensamiento lo desarrolla el catedrático Antonio Fernández Alba de que la arquitectura es más que nunca un problema de construcción del espacio y no un problema de representación del espacio, y desde este enfoque planteaba de que el estilismo está muerto y lo moral deja paso a la condición mágica del trabajo del arquitecto.

       La enajenada situación normativa actual que tortura el trabajo proyectual, y el cada vez más torpe corrimiento de las normativas hacia la cultura de las prescripciones; urbanísticas, constructivas, etc., y actualmente las medioambientales, gravita innecesariamente sobre los procesos de investigación aplicada que emergen de objetivos ecológicos. Por eso hay que construir un nuevo paradigma entre todos tanto en lo sociológico incrementando la accesibilidad perceptiva y participativa del ciudadano, como en lo ecológico profundizando en las prescripciones energéticas y medioambientales con la transversalidad disciplinar y política que ello conlleva, y finalmente en lo cultural porque la extensión del entorno desde lo natural y lo urbano al entorno NET supone construir nuevas culturas, nuevos lenguajes y códigos, y nuevas relaciones entre todos.

 

Bibliografía

(1)     Arqueologìa del futuro: arquitectura con fecha de caducidad desde 1968.
(2)     Conferencia de Andrés Perea por Paula Palacios.http://paupalamen5.wix.com
(3)     Artículo periodístico : Cuánto debe durar un edificio. Anatxu Zabalbeascoa| 27 de mayo de 2013

miércoles, 27 de noviembre de 2013

URBANISMO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO (Eva Álvarez) - Silvia Torres Gómez

Urbanismo con perspectiva de género

Desde el primer momento en el que escuché “Urbanismo con perspectiva de género” me invadió la curiosidad de saber qué era y tras leer algunas lecturas sobre el tema y analizar la definición descubrí que el urbanismo es entendido desde dos perspectivas distintas, la de la mujer y la del hombre, es decir, que hay ciertas diferencias en cómo los hombres y las mujeres utilizan y perciben los espacios públicos y privados.

Mi primera impresión tras leer la definición fue de confusión porque nunca había pensado que el urbanismo se podría entender desde esas dos perspectivas. De hecho, opino que el urbanismo puede entenderse y percibirse desde un montón de perspectivas que no atienden al género sino a las personas en un sentido más amplio.

El libro de Urbanismo con perspectiva de género de la Junta de Andalucía nos habla de que el objetivo central del urbanismo actual se presenta en términos de sostenibilidad, entendida ésta como un equilibrio entre objetivos de eficiencia económica, equidad o justicia social, y conservación o protección del medioambiente.

Estoy de acuerdo en que actualmente las administraciones públicas toman decisiones todos los días que afectan a la vida de las personas, las cuales no tienen el suficiente poder para influir. Además, estas decisiones no incluyen necesariamente las visiones y prioridades de toda la sociedad, por lo tanto, se deberían de establecer mecanismos de participación ciudadana que ayuden a todos los ciudadanos a tener voz y voto en la toma de decisiones.

En el libro aparece que la calidad de vida no es la misma para todos, y que se distingue en género, edad, etnia y nivel de renta, y que para hablar de calidad de vida para todas las personas habría que estudiar las necesidades y aspiraciones diferenciales de la población. Estoy de acuerdo en que hay que estudiar estas necesidades y aspiraciones para satisfacerlas ya que la estructura de las ciudades contemporáneas hace difícil la realización de diversas tareas que son invisibles o de escasa valoración. Estas tareas son las del trabajo reproductivo, que hasta hoy, es realizado mayoritariamente por mujeres.

Uno de los principales problemas de la vida cotidiana en la ciudad actual es que los espacios están separados por usos lo cual no debería de ser así ya que la vida cotidiana necesita una interrelación y una proximidad mucho mayor entre esos espacios. Un urbanismo correcto y de calidad es el que organiza las dimensiones espacio-temporales de la ciudad de forma que las personas tengan la posibilidad de realizar las tareas cotidianas como el cuidado de la familia y el trabajo en la esfera pública, sin las prisas y dificultades con las que se realiza actualmente, ya que contribuirá a construir ciudades más humanas para todos y todas.

¿Cómo podríamos cambiar las ciudades y favorecer la vida cotidiana? En el documento de Urbanismo con perspectiva de género nos muestra una serie de recomendaciones que afectan al espacio urbano en todas sus escalas, desde la vivienda y su entorno inmediato, al barrio y al conjunto urbano y metropolitano.

Esta serie de recomendaciones abarcan tanto la integración de usos como la proximidad, el transporte, el espacio público y la seguridad, la vivienda, comercio, entre otras. Considero que esta serie de recomendaciones deberían de tenerse en cuenta en todo plan de urbanismo ya que crearía un urbanismo por y para los ciudadanos.

Tras leer el documento he podido aprender que actualmente el urbanismo no se adapta a todas las necesidades de la población ya que debería de facilitar la realización de las tareas de la vida cotidiana sin suponer un obstáculo para la incorporación de las personas al mercado laboral, tanto mujeres como hombres. No opino que deba ser entendido desde dos perspectivas diferentes, hombre o mujer, sino algo que abarca más que un género, como la edad y la etnia, entre otras cosas.

En conclusión, no comparto la idea de tratar el urbanismo con esa etiqueta de género. Desde mi punto de vista el urbanismo debe tratarse atendiendo a las necesidades de las personas en general sin etiquetas.
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Bibliografía

lunes, 25 de noviembre de 2013

Urbanismo con perspectiva de género - Alicia Renau Garcia

La ciudad es una construcción cultural con estructuras de poder que configuran e interpretan el espacio. La ciudad es conformada por una diversificación física de infraestructuras, estéticas, accesos… una diversificación cultural, donde los hábitos culturales expandidos dibujan unos u otros usos, diversificación económica, con diferentes rentas, saldos opuestos, diversificación social, genero, edad… La convivencia codo con codo de esta diversificación es asumida y enriquecida por la ciudad o pronunciada y sectorizada, y por ello, el urbanismo, no puede dar la espalda a ninguna de esas diversidades, pero ha quedado notoriamente poco estudiada: hombres y mujeres poseen diferentes posiciones de poder y asumen diferentes roles sociales en el espacio urbano. Esto provoca que las representaciones conceptuales del espacio sean distintas para cada género, y por tanto, el uso que hacen unos y otros del espacio público sea distinto. Esta dualidad no habla de física, sino de la realidad diferencial mental y funcional dentro del desarrollo tanto público como privado, familiar o social. Históricamente la mujer ha desempeñado un papel en el hilo de la reproducción (apoyo a ancianos, educación de niños, tareas domésticas…) que aunque se trata de una trabajo no remunerado aporta a la sociedad tanto o más (psicológicamente) que el papel llevado a cabo por el hombre, que siempre ha sido más productivo (económico). Cuando la mujer, entra en el mercado productivo comienza un camino con doble carga, porque el camino no es intercambiado o compartido por el hombre, sino asumido por la mujer. Mujeres que aceptan esas tareas ocultas, que pocas veces son valoradas y que al final hace que la mujer viva la ciudad encadenando actividades a lo largo del día. Estas actividades que son de labor u obligación social y que requieren un desplazamiento o un tiempo determinado en el día a día. Esta vida laboral y vida familiar enmarcada en un día a día es una realidad para ambos sexos, sin embargo es la mujer la que se ve más afectada. Es interesante por tanto analizar el uso que hacen las mujeres del espacio público, y ponerlo en relación con el uso que hacen los hombres. Las mujeres con rentas bajas y mayores cargas reproductivas son más débiles económicamente y como consecuencia son las principales usuarias de los equipamientos y transporte público. El estudio real de estas circunstancias señala algunas pautas: El transporte público debe responder de manera eficaz al uso pendular más propio masculino (ida y vuelta al trabajo) y al uso poligonal femenino (colegio, centro de salud, comercio, trabajo, hogar…) Accesibilidad y seguridad son esenciales cuando hablamos de mujeres, en mayor medida en edades tempranas y maduras, donde pueden ver reducidos sus desplazamientos por inseguridad (aceras en mal estado, falta de iluminación…) Espacio público como plazas tiendas calles, y lugares como cafés o bares también tienen un papel importante en la interacción social. Vivienda en alquiler con rentas bajas, con tipologías adaptadas, o espacios propios. Actividad económica fomentada con empleos a tiempo parcial. Equipamiento, la asimilación de la periodicidad de cada uno de ellos, los hábitos diferentes deportivos (por ejemplo), la problemática de la absoluta sustitución por equipamientos de esas funciones familiares, o la paulatina desaparición de pequeño comercio de barrio por grandes superficies. Son reglas a valorar que manifiestan la integración social no solo de la mujer, sino de cualquier eslabón vulnerable de la sociedad y la cohesión entre sí. La ciudad y su funcionamiento deben estar al servicio de cada una de las piezas colectivas. Todo un análisis llevado a cabo para la extracción de criterios de diseño de una ciudad segura (pensada para todos) donde no se pueden olvidar conceptos urbanísticos como unidad estructural pero diversificada, señalización, visibilidad, afluencia, vigilancia formal y acceso a ayuda, ordenación y mantenimiento de los lugares, la participación de la comunidad. Y en la vivienda la flexibilidad, que la distribución facilite el trabajo doméstico, diseños limpios, adaptados en movilidad, dimensiones suficientes en habitacion (y de sus armarios), o seguridad en elementos comunes. ----- Bibliografía Urbanismo con perspectiva de género – Unidad de igualdad y género – Junta de Andalucía. La ciudad compratida – Conocimiento afecto y uso – Maria Angeles Durán.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Urbanismo con perspectiva de género.
    Si el urbanismo es la actividad que pretende gestionar la realidad urbana de una sociedad, Eva Alvarez nos presenta un análisis cronológico inicial sobre la cuestión urbanística durante el desarrollo humano mediante el cual nos demuestra cómo durante toda la historia el urbanismo ha estado a merced de otros intereses que poco tienen que ver con el bienestar de los habitantes que lo conforman. Así nos presenta un urbanismo basado en el desarrollo industrial de la década de los 50-60 como punto de inicio de las ciudades que actualmente tenemos, y como gestionar esa herencia de una época en la que el urbanismo solo buscaba poder dotar de recurso a la ciudad que la permitiera poder seguir creciendo e industrializándose. Esos desarrollos han dado lugar a las ciudades actuales, donde se consumen demasiados recursos, existen grandes desarrollos y estructuras, y en la que los ciudadanos consideran que son ciudades difíciles de habitar con problemas de integración, marginalidad e incluso perjudiciales para la salud. De esta manera es como la ponente nos presenta un Urbanismo sostenible que hoy en día es el que pretender transformar las ciudades recibidas de una época puramente industrial y dotarlas de la igualdad, equidad, eficiencia económica y respeto al medio natural que hoy en día demandan los ciudadanos y que urge para el planeta.
  Eva Alvarez se centra en el discurso más social del urbanismo sostenible, ese que pretende dotarnos de equidad y más especialmente en el urbanismo de género, entendiendo que el urbanismo histórico y actual trataba la los hombres y a las mujeres no solo diferenciándolos por sujetos diferentes biológicamente, si no como realidades diferenciadas socialmente. Presentando un urbanismo que atendiendo a la igualdad de ambos géneros responde también a las necesidades de una realidad y justicia social nos presenta una realidad urbana en la que el hombre es quien se encarga del trabajo remunerado mientras que la mujer se encarga del no remunerado mayoritariamente desarrollado en la casa y como ese división del reparto de trabajo genera un urbanismo particular y en clara desigualdad para la mujer, como ese urbanismo es diferenciador entre sexos.
   Durante la ponencia se vincula contantemente que la mujer con su papel en la sociedad como reproductora necesita de unas infraestructuras propias o al menos unas estructuras mas amables con sus necesidades de poder compaginar la vida familiar con la laboral, y como eso hace configurar una ciudades que en dotan de unos servicios por ejemplo de transporte que dan respuesta a esas necesidades de la mujer. Analiza también los espacios de servicios y terciarios como espacios poco amables con la igualdad de género y también presenta diferencias en lo referente a la vivienda, presentado una realidad que excluye  a los hogares habitados por mujeres a los espacios más desfavorables de las ciudades.
  La última parte de la explosión del tema del urbanismo de genero pretende dar unas series de respuestas para integrar la no división de género en el urbanismo, mediante por ejemplo la práctica de infraestructuras para la vida cotidiana, intervenciones en el transporte, en los barrios y en un sin fin de parámetros que hagan el urbanismo más amable.
  El concepto de urbanismo de género, puede acuñarse como tantas otras cuestiones que afectan a la equidad o igualdad entre hombres y mujeres, las diferencias son notorias en la sociedad actual pues arrastra un bagaje con una fuerte carga histórica de desigualdades, pero dotar al urbanismo de la una nueva etiqueta mas que es la de genero se pude antojar como excesivo, la problemática que presenta Eva  Alvarez y que desarrollo con un buen discurso no es otra que la problemática entra el buen y el mal urbanismos y su puesta en escena, no creo que sea necesario denominar al mal urbanismo de machista ni al bueno de integrador, simplemente bastaría con denominarlo de bueno y malo. El urbanismo no adolece de nuevas etiquetas o de nuevas subdivisiones y particiones, el urbanismos es bueno o malo simplemente, y el urbanismo que no dote a la sociedad actual las necesidades de que cada día mujeres permita la toma de decisiones y la conquista de nuevos espacios que antes les estaba vetados no es más que mal urbanismo, como sucede  así como el urbanismo que no tenga en cuenta las realidades raciales o culturales que podría denominarse urbanismo multicultural, o el que se ocupe de las desigualdades del mundo de la discapacidad, en definitiva la infinidad de suburbanismos que pudieran surgir y que no son otra cosa el que urbanismo mal hecho.
 
Bibliografía:
 
Urbanismo con perspectiva de género, Instituto Andaluz de la mujer.

jueves, 21 de noviembre de 2013


DEL SEXISMO EN LA ARQUITECTURA. ARQUITECTURA DE GÉNERO ( JESUS RAMOS SANTOS)

                Las connotaciones lingüísticas de la palabra sexismo nos han dirimido de un pensamiento anclado en la historia basado en la anulación de la mujer y controlado por el género masculino, en una cultura burguesa, clasista, genérica, androcéntrica y misoginia; porque género no significa sexo mujer y hombre, sino los roles asignados por la sociedad a los sexos, por eso desde la perspectiva de Simone de Beauvoir en su obra "El segundo sexo" hasta hoy  es cuando esta palabra se carga de significado no por las desigualdades de la mujer sino por sus diferencias, pues ya nadie puede negar su contribución y participación en la vida pública y social como catalizadoras de grupos que normalmente aparecen ocultos en la planificación y en la gestión de la ciudad.

       Vemos, pues, cómo desde la arquitectura tambien se ha seguido las mismas huellas y ha sido pensada por y para los hombres, y cuando las mujeres querían identificarse con el espacio, con la vivienda, con la ciudad, se encontraban que estaban “huérfanas” de un pasado, sin historia, sin referencias, es decir viviendo en un marco impuesto y del que no han sido conscientes ni ellas mismas. Ya Le Corbusier decía que “la Arquitectura se ocupa de la casa normal y corriente, para hombres normales y corrientes” y tanto Le Corbusier como Loos, seguían el principio de Alberti: “ ... el hombre como modo y medida de todas las cosas”. Una curiosidad, históricamente los hombres utilizaban los balcones y terrazas para izar sus banderas y las mujeres iban a los lavaderos para comunicarse y relacionarse y esto fue posteriormente incorporándose a la vivienda como lugar desvalorizado en el trabajo doméstico. En definitiva, se ha visto la evolución del mundo a través solo de ojos masculinos, desprestigiando todo adjetivo femenino.

       Frente a esto debemos reconocer que  el espacio no tiene sexo, su valoración se hace a través de quien hace uso de él; el espacio no es neutral y denota quién y cómo lo ocupa, además de estar relacionado con el poder económico, cultural y social; porque hombres y mujeres perciben de manera distinta el espacio y su entorno, y eso impacta en la producción arquitectónica, y es por eso por lo que debemos basar nuestros planteamientos, como arquitectos, en las distintas realidades que nos diferencian. Con esto no estoy diciendo o reivindicando la igualdad de género, que sé es un derecho humano básico, sino promoviendo una crisis en el pensamiento arraigado en las desigualdades para retomar un nuevo camino como aproximación a una política de justicia social y por supuesto de género.

       Eva Kail ha estado preocupada por estas cuestiones desde los años 80 cuando se dió cuenta de que las ciudades estaban planificadas por diseñadores que no eran conscientes de las necesidades reales de sus habitantes y, en particular, del punto de vista y las necesidades específicas de las mujeres. Zaida Muxí apunta que es cierto que a los hombres se le asigna la parte productiva y pública mientras que a las mujeres han de cuidar de la reproducción y la vida privada, pues , lo productivo es “lo principal”, lo que se paga y valora; lo reproductivo no es tan valorado, y es por eso por lo que dichas actividades se han separado siempre. Comenta Eva: “Es tiempo de que nos ocupemos no sólo de la casa y el apartamento, la espera femenina tradicional, sino del conjunto total de la ciudad” y específicamente del espacio público, pues este espacio público muchas veces no está pensado para estas actividades reproductivas, no hay aceras de calidad, no están señalados los cambios de nivel, no se piensan en las personas con discapacidad y tambien la dificultad para acceder a muchos lugares. Jan Gehl se centró en mejorar la calidad de vida urbana por reorientar el diseño de la ciudad hacia los peatones y ciclistas.

       Está claro que cada vez se han ido abordando más proyectos con sensibilidad de género, sería un éxito si los políticos se animasen a promover el diseño de espacios públicos teniendo en cuenta también las necesidades específicas de los más débiles como niñas y mujeres. Otro éxito notable sería la concienciación pública de las necesidades de los peatones y los temas sobre seguridad; las ciudades de recorridos cortos o el concepto de ciudad compacta, cuyo uso y optimización es un tema típico de género; también, la discusión sobre la buena calidad de las infraestructuras de corte social. Carlos Hernández Pezzi apunta: Debemos basar nuestro espacio público como un espacio de derechos y deberes, tambien  como un espacio físico y virtual, accesible, poroso y por supuesto inteligente , sin brechas y proponiéndonos como fundamento y objetivo la ciudad interactiva. Uno de los mayores obstáculos que enfrentan para lograr un desarrollo humano sostenible es la persistencia de la desigualdad en las oportunidades que se dan a nivel de las clases sociales, de diferencias étnicas, entre lo urbano y lo rural y entre hombres y mujeres. La materialización de todos estos intereses transforman el espacio público y por consiguiente la ciudad.

       El siglo XXI trae mucha esperanza y será importante tener la creatividad y flexibilidad para dar el espacio a nuevas reivindicaciones que ponen sobre el tapete múltiples expresiones de diversidad identitaria y social y que nos acercarán a una sociedad más democrática y más moderna.

Bibliografía

(1)     Urbanismo con perspectiva de género. http://www.juntadeandalucia.es/.../files/documentos/98.pdf
(3)     Los espacios públicos desde la perspectiva del género. Carmen V. Velásquez M. de González

miércoles, 20 de noviembre de 2013

ENCUENTRO ASA 05_8 de Noviembre de 2013_ PAISAJE TRANSVERSAL (IÑAKI ROMERO FERNÁNDEZ DE LARREA)

Indicadores participativos: ECOLOGÍA URBANA Y OPINIÓN CIUDADANA

Actualmente nos encontramos en un panorama en el cual la ciudad ya no es como la habíamos imaginado, y por lo tanto la manera en la que debemos de intervenir en ella debe de cambiar. Los instrumentos tradicionales del planeamiento se muestran ineficaces ante el momento de crisis y el post-boom inmobiliario en el que vivimos. Es por ello que necesitamos nuevas formas de pensar y diseñar la ciudad que nos permitan resolver los problemas creados por las viejas ideas, donde la participación ciudadana puede ayudarnos dándonos una serie de fórmulas para el diseño (indicadores participativos) en los que la solución no viene dada por un agente exterior que no conoce profundamente la situación.

En este sentido, se nos presenta la regeneración integral participativa del barrio Virgen de Begoña en Madrid (viviendas de bloque abierto en donde la intervención es prioritaria por su actual estado de deterioro), en el cuál se va a aplicar esta nueva forma de diseñar siempre partiendo de un proceso participativo y de investigación del barrio junto con los ciudadanos. Es por eso que se trata de una fase abierta en la que la gente que vive allí debe y puede impulsar el proceso de regeneración de la colonia.

Los pasos para producir este nuevo concepto, surgen de la oportunidad de generar una serie de canales de comunicación que permitan entenderse entre diferentes agentes, y que se proponen en 3 fases de actuación: difusión que consiste en la divulgación del proyecto y hacer que la gente lo conozca (visibilización que genera transparencia); ciudadanía en la que se conciencia y enseña a los ciudadanos para poder trabajar juntos por un proyecto común, siempre de una forma lúdica donde la gente reconoce los problemas para intentar solucionarlos, y así se consigue un barrio más unido y por lo tanto más en sintonía (colectividad, concienciación y arraigo) y proyecto participativo donde la población trabaja junto a los técnicos para desarrollar mediante determinadas decisiones las transformaciones que están consensuadas (apropiación, creatividad colaborativa y testeo).
Así, se consigue que casi todas las áreas del gobierno se impliquen en el proyecto.

Por lo tanto, para generar ciudad, la primera fase consiste en implicarse en un proceso de búsqueda de opiniones de los ciudadanos con estrategias de participación activa (ir al barrio y recoger críticas), las cuales nos servirán para conocer los puntos de actuación. Además, actualmente disponemos de diversas fuentes de datos y herramientas que nos pueden ayudar a conseguir una opinión general de lo que se requiere, como puede ser urban sensi que recoge la información generada en blogs, tweets…, la tramita y nos remite información de la opinión, la cual no es sesgada como puede ocurrir en las encuestas, aunque en este caso se puede limitar únicamente a ciudadanos usuarios de internet.

Los indicadores participativos por tanto se usan para generar un PLAN de MEJORA, en donde las decisiones estén respaldadas y se evalúen los progresos (intereses políticos). Pero para llegar a estas conclusiones, tratan de relacionar o cruzar dos tipos diferentes de indicadores, los de sostenibilidad o cuantitativos y los cualitativos. Los primeros a su vez se dividen en 4 ámbitos: ambiental (trata el impacto ambiental de las intervenciones y el estado del ecosistema), social (analiza el grado de diversidad, complejidad, equilibrio y cohesión sociales y como se adapta a los cambios), funcional (registra la eficiencia del diseño, la movilidad y las infraestructuras de la trama urbana) y económico (estudia la complejidad del tejido económico, servicios y recursos productivos y su evolución).
Los cualitativos a su vez, se basan en las percepciones y opiniones ciudadanas sobre los distintos aspectos de la ciudad objeto de estudio. De esta forma, las opiniones, tienen una temática (o varias), un ámbito (ambiental, social, funcional o económico), un emisor (persona que emite la opinión) y un carácter (positivo o negativo).
De cada uno de los indicadores se sacan parámetros para relacionarlos entre ellos y cruzar información de carácter cuantitativo con información cualitativa, de forma que surgen infinidad de lecturas, que nos llevan a conseguir encontrar puntos en común, priorizar propuestas, tomar decisiones, ver debilidades o identificar la necesidad de obtener más información ciudadana en determinados entornos urbanos.

Así, gracias a los indicadores participativos, podremos generar un nuevo urbanismo siempre partiendo de una fase investigadora, desde la cual, tú puedas desarrollar tu propia interpretación con un lenguaje entendible por todos los agentes que facilitará la comprensión, y así procesar una imagen conjunta de lo que se quiere realizar acorde con la administración y opinión ciudadana. Y desde ese punto, pasar a una fase productiva en el que la ciudadanía por lo tanto, ya se haga responsable y apoye, el proyecto realizado.
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Bibliografía
www.paisajetransversal.org y www.planur-e.es

martes, 19 de noviembre de 2013

PAISAJE TRANSVERSAL (Iñaki Romero) - Silvia Torres Gómez

Paisaje Transversal es una oficina que impulsa, coordina, diseña y asesora procesos innovadores de transformación y análisis urbano desde la participación, la ecología y la creatividad siempre adaptados a la realidad local. Voy a resaltar algo que me impresiona bastante, y es que Paisaje Transversal surge por el interés de cinco estudiantes de arquitectura sobre el urbanismo que decidieron realizar un blog donde publicar artículos y poco a poco fue teniendo éxito hasta convertirse en uno de los blogs más influyentes de arquitectura en castellano desde hace más de cuatro años.

El ponente Iñaki Romero nos expone un proyecto de regeneración integral mediante el cual nos presenta una herramienta de trabajo que son los indicadores participativos. Se trata del proyecto Virgen de Begoña, que es una colonia de un barrio del norte de Madrid. Dicho barrio tiene problemas de accesibilidad, las viviendas están mal aisladas, poca calidad de espacio público, etc.

Al realizar el proyecto se trabajó en tres canales paralelos que se resumen en:
- Difusión: Trata de que la gente del barrio y la que no lo es conozca el proyecto que se está realizando.
- Ciudadanía: se crea mediante la difusión.
- Proyecto participativo: con el cual se construye un concepto de ciudadano capaz de participar y aportar ideas en el proyecto.

Una de las cosas que más me interesa de la actitud que tomó Paisaje Transversal en el proyecto de Virgen de Begoña fue el trabajo de campo que realizó, ya que considero de vital importancia contar con la participación y opinión ciudadana a la hora de realizar el proyecto de urbanismo de un barrio, pues las personas que viven allí podrían ayudar a detectar los problemas que hay y deberían ser partícipes del proyecto.

Mientras se hacía el proyecto de Virgen de Begoña se pensó en la idea de diseñar una herramienta que ayudase a entender cuáles eran los mayores problemas y qué había que mejorar primero. Así es como surgieron los indicadores participativos, que son una herramienta que permite establecer una radiografía de un entorno urbano relacionando indicadores de sostenibilidad con información cualitativa procedente de la opinión ciudadana.

Los indicadores participativos sirven para respaldar decisiones y para evaluar mejoras. En primer lugar se analizan y visibilizan qué aspectos de la ciudad o barrio no cumplen con las expectativas técnicas ciudadanas. Después se proponen soluciones y mejoras. Una vez aplicadas estas soluciones y mejoras se vuelven a calcular los indicadores participativos y se comprueba qué ha mejorado a nivel técnico y la satisfacción ciudadana.

La obtención de los indicadores de sostenibilidad se realiza mediante referencias internacionales y se propone un listado de indicadores agrupados en cuatro ámbitos responsables de la sostenibilidad de un entorno urbano: ambiental, económico, social y funcional. La obtención de opinión ciudadana es más difícil de obtener, pero se realiza mediante apps participativas existentes o nuevas, redes sociales, foros locales, etc.

Claramente los indicadores participativos son una herramienta muy útil a la hora de hacer urbanismo, ya que te van a ayudar a descubrir los problemas y vas a obtener una visión posterior tras aplicar las mejoras, lo cual es muy importante. Pocas herramientas te permiten medir qué mejoras has realizado tanto en satisfacción ciudadana como a nivel técnico, por lo tanto en mi opinión la aplicación de esta herramienta debería de ser utilizada en los proyectos.

Es una lástima que tras conseguir la implicación de los ciudadanos del barrio de Virgen de Begoña y de áreas de gobierno no se haya podido conseguir financiación para continuar, aún así, han conseguido una partida económica importante para mejorar la parte socioeconómica que ayuda a estructurar una población implicada en su barrio y con ganas de mejorarlo. Le deseo mucha suerte a Paisaje Transversal en este tipo de proyectos que promueven la participación ciudadana y apuestan por una mejora integral del urbanismo.
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Bibliografía


Notas tomadas en clase.

lunes, 18 de noviembre de 2013

PARTICIPACIÓN DEL CIUDADANO (Uriel Fogué) - Silvia Torres Gómez

Hasta los años 70 se podían diferenciar dos tipos de estratos: el estrato invisible y el estrato visible. El estrato invisible es el estrato de la caja negra y está poblado por ciudadanos tecnológicos los cuales gestionan la ciudad y administran los recursos de la naturaleza para la ciudad. En el estrato invisible los ciudadanos no tienen opinión ni posibilidad de decidir. Por otro lado, el estrato visible es el estrato de la cotidianidad, del día a día, donde los ciudadanos tienen capacidad de acción política, es decir, tienen opinión.

A partir de los años 70 esto empieza a cambiar y el estrato invisible empieza a ser visible de dos formas: simbólica (por ejemplo, cuando presentan un objeto como ecológico o sostenible están haciendo visible la energía) y física (por ejemplo los paneles solares).

Y es cuándo cabe preguntarse: ¿Qué papel juega la arquitectura en este proceso? En mi opinión, el papel que juega es muy importante ya que tenemos el poder de enseñar e integrar a los ciudadanos en la sostenibilidad, mostrándosela de una manera deseable, que entiendan y no sea una obligación.

A continuación voy a exponer lo que más me ha llamado la atención de los proyectos de la ponencia y cuál es el objetivo que persiguen:

PLAZA DEL GENERAL VARA DEL REY

La idea del proyecto es que la plaza participe activamente en los procesos de gestión de la energía incluso en el de producción. Es importante resaltar que conforme la plaza va produciendo energía se va pagando sola.

El proyecto se compone de dos procesos, uno de tecnificación del espacio público con el fin de producir una serie de rendimientos y otro de publicitación del espacio técnico con el fin de hacer participar al ciudadano. Esto último se consigue haciendo una visualización de cada uno de los dispositivos lo que permite que el ciudadano conozca el proceso de gestión de la energía. No se pretende obligar, sino dar la opción de hacer visible para el ciudadano este proceso.

Este proyecto debería servir de inspiración a los futuros proyectos de espacios públicos para que permitan participar a la ciudad.

ÁRBOLES URBANOS

El fin de este proyecto es construir un árbol artificial que necesita de tus cuidados y obtener un beneficio con ello, es decir, el árbol configura un espacio urbano de cuidados mutuos: el ciudadano cuida al árbol y el árbol cuida al ciudadano. La idea que se quiere transmitir es enseñar y concienciar de las problemáticas que tienen que ver con la sostenibilidad.

JANE FONDA KIT HOUSE

Este proyecto nos enseña como el cuerpo juega un papel importante en la sostenibilidad y trata de crear un espacio doméstico que autoproduce su energía y se desconecta de las redes. Este uso del cuerpo implica la creación de un ciudadano activo y no pasivo.

JF-Kit House reproduce un prototipo habitable donde los habitantes de la casa producen energía a través de ejercicios físicos, además que permite ser probado y se presta a ser debatido y discutido por la gente.


En conclusión, con la ponencia de Uriel he podido aprender que la sostenibilidad es un proceso social muy complejo que implica un cambio cultural, es decir, que cambia las tradiciones, por lo tanto nos afecta a todos y lo tiene que debatir la sociedad al completo, permitiendo su participación activa y haciendo de la sostenibilidad un elemento deseable y no un castigo.