IV Master en Eficiencia Energética y Arquitectura Bioclimática. Universidad Camilo José Cela.
[1] La eficiencia energética: clima, urbanismo y arquitectura bioclimática.
- Manual de diseño bioclimátio.
Encuentro ASA-MEEYAB 03. 19 de octubre de 2013: Victoria Fernández Añez
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Manual de diseño bioclimático
Diseñar espacios que todos quieran habitar, eso sería a lo que todo arquitecto debería aspirar. Para ello se han de tener infinidad de pequeños y grandes detalles en cuenta.
Muchos de ellos recopilados en el fabuloso libro “Manual de diseño bioclimático urbano” dirigido por José Fariña Tojo, Miguel Ángel Gálvez Huertas, Agustín Fernández Aja y coordinado por nuestra conferenciante Victoria Fernández Añez.
En este libro nos define de una buena manera como llegar a conseguir un buen diseño bioclimático. Para ello toma en cuenta diferentes aspectos:
La relación y diferencia entre el clima y el microclima de los diferentes lugares, con esto se quiere abordar el tema de que pese a encontrarnos en una ciudad como Madrid, no tenemos que fijarnos solo en el clima de la ciudad sino que nos tendremos que parar detalladamente en el microclima que encontremos en la zona concreta de actuación. Esto nos va a influir directamente una base fisiológica, la cual nos indica como nos relacionamos las personas en espacios públicos, y así nos permitirá utilizarlo de la mejor forma para nuestro diseño. Dentro de esta base fisiológica hemos de tener en cuenta elementos como la convección, la evaporación, la conducción y la evaporación.
Con esta información sobre la mesa, debemos utilizarla para mejorar el diseño del espacio y así mejorar el espacio público y así minorizar directamente los intercambios de energía.
Otro factor a tener en cuenta es la colocación de los diferentes elementos con respecto a la incidencia del Sol. Pues si bien es cierto que no tenemos poder para desplazarlo a nuestro antojo, si podemos utilizarlo a nuestro favor. De tal modo que nos aprovechemos de radiación tanto para iluminación como para la captación de calor. En ocasiones el Sol nos favorece, pero también hemos de tener en cuenta que en ocasiones nos perjudica, una de estas ocasiones por ejemplo es la incidencia molesta del sol, lo cual nos obliga a crear elementos para facilitar la sombra y de alguna manera protegernos de el. En este caso nos estaría definiendo de forma directa nuestro proyecto, ya fuese por la colocación de marquesinas, vegetación, o cualquier otro elemento.
Esta vegetación que podemos utilizar para protegernos en ocasiones del Sol, también se tiene en cuenta en el libro como una parte importante a la hora de realizar el diseño urbano. Gracias a ella se reduce la contaminación, los ruidos, el viento… en definitiva, mejora las condiciones ambientales.
A la hora de la colocación de esta vegetación, no basta con ponerla donde cuadra ni en zonas aisladas, sino que hemos de tratar de colocar la vegetación en red, es decir, que guarde una continuidad entre ellas y que de alguna manera creen una unidad.
También debemos jugar con as diferentes alturas de la vegetación para que nos favorezca de a mejor manera, al igual que no debemos olvidar que además de hacia arriba, también crecen hacia abajo con sus raíces.
Esta vegetación necesita agua para sobrevivir, y el agua es otro aspecto fundamental en este libro. El agua nos debería marcar una línea muy importante de nuestro proyecto. Jamás nos deberíamos olvidar de ella, deberíamos no ir en contra de la naturaleza y unirnos a ella. Con esto quiero decir que en nuestro diseño se han de respetar los cauces originarios de esta.
Otro punto a afrontar es el del viento. Elemento importantísimo el cual debemos utilizar a nuestro favor con diferentes elementos pues será el cual nos permitirá la ventilación, aunque también es cierto que debemos protegernos de el en ciertas ocasiones pues podría producir grandes destrozos si no se ha tenido en cuenta. Para esta protección podemos acordarnos de la vegetación mencionada arriba o de otros elementos.
Por último hemos de tener en cuenta los materiales que utilizamos en nuestros proyectos, desde la permeabilidad hasta el color. Pues estos definirán enormemente nuestro proyecto, y nos ayudaran si queremos hacer una diferenciación entre zonas de verano y de invierno.
En definitiva, debemos tener en cuenta todos los elementos citados para la realización de un proyecto si queremos que este se aproxime mínimamente a lo que se definiría como un proyecto bioclimático.
Borja Barros Ceballos. Arquitecto por la IE universidad y Master en eficiencia energética y
arquitectura bioclimática por la universidad Camilo José Cela.
lunes, 28 de octubre de 2013
Encuentro ASA 19/10/13 Victoria Fernández Áñez
Manual de Diseño Bioclimático Urbano
En
los últimos años se ha cambiado el hecho de construir o urbanizar bien por
construir y urbanizar todo lo que se pueda y cuanto antes mejor. Se ha
dejado a un lado el fin por el que construimos y urbanizamos, el cuál es el
confort y la satisfacción de nuestras necesidades sin olvidar reducir el
consumo y la contaminación. Debemos de concienciarnos y entender la
construcción de la ciudad atendiendo a las condiciones y materiales del lugar,
el clima, la cultura y las tradiciones locales, haciendo más confortables los
espacios públicos para conseguir que estos sean útiles y seguros.
Se
debe diseñar la ciudad atendiendo no sólo al clima, sino a los microclimas
urbanos, haciendo posible que se puedan resistir las puntas extremas de frío o
calor. Tampoco debemos olvidar la creación de elementos urbanos necesarios que
sean accesibles y seguros andando, de esta forma crearemos una ciudad pensada
para el peatón.
No
podemos separar lo que es la planificación urbana de su entorno ya que si
adaptamos el diseño urbano y arquitectónico a las condiciones climáticas se
reducirá el consumo y por lo tanto la contaminación. Además se tiene que
mejorar el comportamiento de los edificios frente a los ciclos de la energía y
el agua.
La
Tierra está dotada de muchos factores los cuales si son utilizados correctamente nos permiten satisfacer nuestras
necesidades
o al menos en su
gran mayoría, como por ejemplo, la radiación solar es un parámetro que podemos
utilizar a nuestro favor al igual que la vegetación que es una fuente de
bienestar. En cuanto a la vegetación cabe destacar que es un ser vivo y que no
se puede ubicar en cualquier sitio, es decir, tiene unas necesidades las cuales
tienen que ser satisfechas, como por ejemplo en el Manual de diseño
bioclimático se recomienda la localización de las zonas verdes como parques y
jardines en espacios con posibilidad de captación solar para favorecer el
crecimiento y salud de las especies vegetales.
El
espacio público tiene que estar diseñado de manera que haya oportunidad de uso
en las diferentes estaciones del año. Esto se consigue dotando a los espacios
públicos de sol por la mañana en invierno y de sombra por la tarde en verano. La captación de la
radiación directa del sol nos da beneficios como por ejemplo la mejora de las
condiciones de confort durante el periodo infracalentado, potenciar la iluminación natural y además favorece el crecimiento
de la vegetación.
Al
igual que zonas de captación de soleamiento también se deben colocar protecciones
solares que son necesarias en las zonas donde se dan meses sobrecalentados en
verano.
Otro
factor a tener en cuenta es el viento el cual puede utilizarse para obtener
ventilación, por lo tanto posee una importante influencia en el microclima urbano
y directamente en el bienesatar de las personas en los espacios públicos.
Es
bastante importante la gestión del agua ya que actualmente en la ciudad hay superficies
permeables que impiden la infiltración del agua de lluvia. La actuación que se tiene que
realizar
es la inclusión de sistemas de gestión de agua sostenibles que proporcionaran
beneficios tanto al medio ambiente como a los habitantes.
La
ponencia de Victoria Fernández Áñez me ha hecho abrir los ojos a una visión más
amplia de lo que imaginaba que podría ser el urbanismo bioclimático. También me ha enseñado
que hay bastantes más factores a los que tenemos que prestar una gran atención ya
que si no se les presta pueden acarrear unas grandes consecuencias tanto
sociales, económicas como ambientales.
Me
ha resultado bastante interesante el Manual de diseño bioclimático el cuál veo
como una herramienta muy útil a la hora de plantearse resolver cualquier diseño
tanto urbano como arquitectónico ya que a la hora de abarcar un proyecto no
sólo hay que tener en cuenta la edificación sino también su entorno.
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Bibliografía
Manual de Diseño Bioclimático Urbano
ENCUENTRO ASA 03_19 de Octubre de 2013_VICTORIA FERNÁNDEZ ÁÑEZ
Estrategias
bioclimáticas de acción urbana_directrices de diseño bioclimático: ESPACIO
PÚBLICO BIOCLIMÁTICO (con consideraciones ambientales).
El diseño urbano: está orientado a interpretar la forma y el espacio público con criterios físico-estéticos-funcionales, buscando satisfacer las necesidades de las comunidades. La teoría del diseño urbano trata primariamente el diseño y la gestión del espacio público, y la forma en que los lugares públicos se experimentan y usan.
A la hora de realizar el diseño del espacio público urbano, debemos conocer, que tradicionalmente disponemos de diferentes escalas climáticas: el macroclima (clima a escala regional); el mesoclima (clima general urbano); y el microclima (clima que se refiere a una zona específica de la ciudad, como pueden ser los espacios públicos).
A la hora de realizar el diseño del espacio público urbano, debemos conocer, que tradicionalmente disponemos de diferentes escalas climáticas: el macroclima (clima a escala regional); el mesoclima (clima general urbano); y el microclima (clima que se refiere a una zona específica de la ciudad, como pueden ser los espacios públicos).
Necesitamos estudiar el clima que nos afecta en un
determinado espacio que vamos a diseñar, y conociéndolo, tratar de ir con la naturaleza y utilizarla a nuestro
favor.
Normalmente el ser humano interactúa con el entorno y
viceversa en la forma en que intercambiamos energía. Debido a esto, experimentamos estados de confort o de
incomodidad en un espacio determinado, siempre mediante elementos
físicos (topografía, clima, circulación del aire…) y elementos fisiológicos (mecanismos
de intercambio de calor del ser humano y su entorno). La
interacción térmica entre el hombre y su entorno tiene como función la de
disipar el calor metabólico sobrante generado por el organismo en su tarea de
mantener la temperatura interna constante, pudiendo realizarse mediante
radiación, convección y evaporación.
En la actualidad, la inventiva humana, nos ha permitido
vivir en condiciones confortables tanto en los Polos como en el desierto, pero esto
lo consigue con un altísimo costo económico, que aunque los ricos se lo puedan
permitir, el planeta NO. El viento,
el sol, el agua y la vegetación deberían volver a adquirir el protagonismo que
tuvieron antes que la técnica basada en el consumo energético se impusiera en
nuestra sociedad.
En este sentido, podemos describir una serie de
recomendaciones para construir el espacio público en el que se logre mejorar el
confort humano en los espacios entre edificios y a la vez, mejorar el comportamiento
de éstos. Pero para conseguir esto, los elementos que debemos conocer y usarlos
a nuestro favor son:
1. La radiación
solar, nos ayuda a mejorar nuestro confort
en invierno. En verano debemos crear sombras de cierto tamaño para reducir
el estrés térmico, que además nos permitan realizar una determinada actividad. De
esta forma, debemos trabajar con las densidades, las orientaciones y pendientes, además de la altura y anchura de las calles.
2. Los materiales, deben ser aquellos que no sean nocivos para la salud humana o el entorno natural y permitir la disipación de calor en el momento en el que ya no lo necesitamos, y para esto puede influir la rugosidad y el color del material. Además, deben prevenir de zonas cercanas al lugar de su utilización y adecuarse al entorno.
3. El viento, nos ayuda a bajar la temperatura hasta cierto punto, por lo que debemos promover la ventilación durante los meses de sobrecalentamiento, aunque debemos calcular la protección. Además, podemos producir microbrisas en el momento que nos venga bien con la incorporación de diferentes especies vegetales que produzcan diferentes temperaturas.
4. El agua, siempre la tenemos presente en forma de precipitación. Podemos aportar humedad (en forma de láminas de agua), que junto con la vegetación, produce bajada de las temperaturas. La mejor recomendación para los espacios públicos de las ciudades es utilizar suelos permeables que puedan realizar funciones de regulación de la humedad, además de contribuir a disminuir la escorrentía.
5. La vegetación, las plantas son seres vivos, que como tal, cambian en el tiempo, y disponen de una serie de necesidades. Regulan la humedad y la temperatura y producen sombras, por lo tanto, mejoran las condiciones climáticas. Funcionan en red (sin saltos, siempre conectados) y es necesaria la variedad de escalas. Además, impide el paso de la radiación solar directa y actúa como barrera acústica.
Deberemos de plantear un espacio público en el que nos encontremos a gusto tanto en verano como en invierno, dando siempre posibilidades para ambas estaciones, aunque unas se puedan usar más que otras.
La ciudad es diversa en todos los sentidos (gustos, formas, usos...), es de todos y para todos. Cada espacio público siempre cumple con unas determinadas funciones, en los que la clave se encuentre en la DIVERSIDAD de usos y su CONEXIÓN.
2. Los materiales, deben ser aquellos que no sean nocivos para la salud humana o el entorno natural y permitir la disipación de calor en el momento en el que ya no lo necesitamos, y para esto puede influir la rugosidad y el color del material. Además, deben prevenir de zonas cercanas al lugar de su utilización y adecuarse al entorno.
3. El viento, nos ayuda a bajar la temperatura hasta cierto punto, por lo que debemos promover la ventilación durante los meses de sobrecalentamiento, aunque debemos calcular la protección. Además, podemos producir microbrisas en el momento que nos venga bien con la incorporación de diferentes especies vegetales que produzcan diferentes temperaturas.
4. El agua, siempre la tenemos presente en forma de precipitación. Podemos aportar humedad (en forma de láminas de agua), que junto con la vegetación, produce bajada de las temperaturas. La mejor recomendación para los espacios públicos de las ciudades es utilizar suelos permeables que puedan realizar funciones de regulación de la humedad, además de contribuir a disminuir la escorrentía.
5. La vegetación, las plantas son seres vivos, que como tal, cambian en el tiempo, y disponen de una serie de necesidades. Regulan la humedad y la temperatura y producen sombras, por lo tanto, mejoran las condiciones climáticas. Funcionan en red (sin saltos, siempre conectados) y es necesaria la variedad de escalas. Además, impide el paso de la radiación solar directa y actúa como barrera acústica.
Deberemos de plantear un espacio público en el que nos encontremos a gusto tanto en verano como en invierno, dando siempre posibilidades para ambas estaciones, aunque unas se puedan usar más que otras.
La ciudad es diversa en todos los sentidos (gustos, formas, usos...), es de todos y para todos. Cada espacio público siempre cumple con unas determinadas funciones, en los que la clave se encuentre en la DIVERSIDAD de usos y su CONEXIÓN.
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Bibliografía
Manual de Diseño Bioclimático Urbano.
viernes, 25 de octubre de 2013
CIUDAD Y CLIMA_VICTORIA FERNÁNDEZ
CIUDAD Y CLIMA
Victoria Fernández nos habla de la relación entre
ciudad y clima, tema desarrollado en el MANUAL DE DISEÑO BIOCLIMÁTICO URBANO fundamental
en el diseño sostenible de la ciudad.
Debemos de distinguir dos escalas
climáticas: clima a escala local y clima a escala general. Es importante tener
en cuenta las bases físicas del lugar pero también las bases fisiológicas (como
interactuamos con el entorno, como nos relacionamos). Es importante diseñar en
un mismo espacio zonas para verano y zonas para invierno, así como zonas de distintos
usos. Podemos utilizar recursos y estrategias correctoras como minimizar los
intercambios de energía que no nos interesen como por ejemplo de los edificios,
optimizar el uso del suelo, desarrollar microclimas, adaptarse a las
condiciones climáticas del lugar, controlar el impacto ambiental, etc. Es
importante diseñar en un mismo espacio zonas para verano y zonas para invierno,
así como zonas de distintos usos.
Los factores más importantes para
controlar el microclima de un espacio son el soleamiento, los materiales, el viento,
el agua y la vegetación.
Con respecto a la radiación y al soleamiento
debemos de tener en cuenta la captación, protección, orientación y pendiente. Debemos
de potenciar la captación de luz natural jugando por ejemplo con el ancho de
las calles y la altura de los edificios. Es importante hacer un estudio de
sombras arrojadas para ver la protección de la radiación. Se producen distintos
microclimas dependiendo de la orientación del espacio a diseñar. En orientación
E, SE se producen microclimas urbanos más confortables y muy fácil de proteger
en los meses más calurosos mediante sombras. En orientación S se producen menos
sombras arrojadas por lo que se deberán utilizar sistemas horizontales de
protección. La O es la más desfavorable en meses calurosos por lo que son
importantes elementos de protección vertical (edificación).
Con respecto a los materiales debemos de tener en cuenta la radiación y el agua. Para
espacios que se usen más en invierno, debemos de emplear materiales que capten
y retengan más el calor. Influye en esta característica la textura y el color.
Colores más oscuros absorben más calor así como los materiales más rugosos por tener más superficie.
En zonas más usadas en verano deben de
emplearse materiales más permeables, para que absorban más agua. Esta característica
ayuda a reducir la temperatura de los paramentos favoreciendo la evaporación de
agua en su superficie.
El viento
en temperaturas elevadas favorece la evapotranspiración y en temperaturas
bajas el enfriamiento. Debemos de hacer un estudio de la incidencia del viento
en el lugar teniendo en cuenta los obstáculos existentes en la ciudad que
producen variaciones en los flujos del aire que van a afectar al bienestar en
los espacios libres. La edificación puede actuar como barrera para el viento o
aumentar su velocidad. La orientación de la calle con respecto a la dirección
del viento da lugar a varios fenómenos. Si la dirección del viento es
perpendicular a la de la calle se produce el efecto torbellino. Si es paralela
el viento se introduce a menor velocidad y si es oblicua se combinan los dos
efectos anteriores dando lugar al efecto sacacorchos. La topografía y la
vegetación también funcionan como barreras ayudándonos a controlar los efectos
del viento a nuestro antojo o conveniencia. Es importante tener en cuenta las
microbrisas, dando lugar a movimientos de aire por diferencia de temperatura,
humedad o presión en un ámbito urbano.
El agua
se incorpora de forma natural a los ciclos urbanos en forma de precipitación y
puede ser absorbida por el suelo o los materiales del pavimento del suelo (José
Fariña recomienda el 50% del suelo permeable). También puede ser expulsada mediante
cauces de escorrentías naturales o artificiales. Esto junto con la existencia
de la evaporación producida por la vegetación influyen en la cantidad de vapor
de agua del ambiente (Hº Relativa) muy importante en el clima urbano y en el
confort. Es recomendable la recuperación de los cursos fluviales y de su
funcionalidad ecológica, paisajística e hidrológica.
La vegetación
afecta a la temperatura del ambiente, ya que durante la fotosíntesis la
vegetación libera vapor de agua al ambiente, que al mezclarse con aire más seco
se produce el enfriamiento adiabático descendiendo la temperatura. Debemos de
ir de mano de la naturaleza y aprovechar los cambios estacionales de la
naturaleza. Por ejemplo los árboles de hoja caduca permiten la captación solar
durante el invierno y dan sombra en verano. Debemos de emplear vegetación distintas escalas y en red. Es importante tener
en cuenta el requerimiento de agua y utilizar agua del entorno, así como pensar
en que el árbol crece hacia arriba y hacia abajo (raíz), por lo que debemos de
guardar distancias a paramentos o elementos de mobiliario urbano. La vegetación
también nos ayuda como barrera acústica.
M.J. González y J.M. Echarte. Laura Prado
ÉTICA_ARQUITECTURA_SOSTENIBILIDAD.
La mayor aportación de la ponencia de
María Jesús ha sido la interesante bibliografía que nos ha recomendado, básica
para el curso del presente máster, junto con una serie de preguntas cuyas
respuestas desarrollan el tema.
¿Para quién se hace la arquitectura?
¿Cómo se hace? ¿con qué medios? ¿Quienes la hacen?
A partir de cada una de estas preguntas
tan sencillas aparentemente podemos desarrollar puntos importantes a la hora de
pensar en el diseño de lo sostenible.
¿Para
quién se hace la arquitectura? Cada proyecto tiene un programa y a él adaptamos la idea y
las decisiones de proyecto; pero el mundo está cambiando constantemente, por lo
que debemos de introducir el cambio, lo impredecible como herramienta de proyecto.
María Jesús pone como ejemplo las pirámides, cuyo uso ha cambiado con el
tiempo. Actualmente existen edificios que se han proyectado para un uso
concreto, y que ahora están estancados porque no se ajustan a lo mejor a otro
uso más necesario en la actualidad. Eso pasa sobretodo con edificios públicos,
que se construyen con el dinero de todos…
¿Cómo
se hace? ¿con qué medios?
Hasta no hace mucho, no se valoraba la arquitectura popular, la arquitectura
resuelta a partir de métodos tradicionales y materiales naturales de la zona.
Ahora sí se valora esa arquitectura y aprendemos de ella. Hemos utilizado y
utilizamos materiales cuyo proceso de fabricación y de transporte es muy
contaminante y consume gran cantidad de energía y de recursos. Existen
herramientas para saber el nivel de impacto ambiental, como por ejemplo la
huella ecológica o en Análisis de ciclo de vida (ACV).
El primero es
definido según sus autores (William Rees y Mathis Wackernagel) como:
"El área
de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema
acuático) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los
residuos producidos por una población definida con un nivel de vida específico
indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área"
La huella ecológica es un
indicador ambiental de carácter integrador del impacto que ejerce una cierta
comunidad humana – país, región o ciudad - sobre su entorno, considerando tanto
los recursos necesarios como los residuos generados para el mantenimiento del modelo
de producción y consumo de la comunidad. Según la huella ecológica en España
consumimos 4 ha/hab año.
El
ACV es una herramienta que se usa para evaluar el impacto ambiental de un
producto, proceso o actividad a lo largo de todo su ciclo de vida mediante la
cuantificación del uso de recursos y emisiones ambientales asociados con el
sistema que se está evaluando.
El
análisis del ciclo de vida de un producto típico tiene en cuenta el suministro
de las materias primas necesarias para fabricarlo, transporte de materias
primas, la fabricación de intermedios y, por último, el propio producto,
incluyendo envase, la utilización del producto y los residuos generados por su
uso.
Debemos
de incorporarlos como herramienta de proyecto.
¿Quiénes la hacen?
Arquitectos, ingenieros, promotores, constructores, oficios, etc. Todos deben
de colaborar entre sí para conseguir un equilibrio sostenible, desde el inicio
de la idea y del proyecto hasta su materialización. Deben respetarse los
derechos humanos de la mano de obra. Con esto me refiero a la mano de obro
esclava que existe por ejemplo en los Emiratos Árabes. No olvidemos que debemos
de recuperar el equilibrio en las relaciones sociales entre seres humanos. Si
no nos respetamos entre nosotros, ¿cómo vamos a respetar al medio en el que
vivimos? Como dijo Serres, la tierra puede vivir sin nosotros, pero nosotros
sin la tierra no.
Esta frase en concreto creo que
resumiría lo más importante en lo referente a la relación ética-arquitectura-sostenibilidad:
“la ética se refleja en la arquitectura de cada momento”; Es decir, que
nuestros principios, nuestra forma de vivir se refleja en la arquitectura de
nuestro tiempo. Si nuestra ética se basase en valores que cuidasen nuestra
relación con el medio ambiente y las relaciones sociales basándose en
principios sostenibles, repercutiría directamente en la arquitectura.
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ÉTICA_ARQUITECTURA_SOSTENIBILIDAD.
Como he dicho con respecto a la anterior ponencia, si la sostenibilidad fuese un principio de la ética del ser humano, la arquitectura sería sostenible, así como otras disciplinas.
José María nos habla sobre todo de urbanismo y de normativa contando casos reales. Puntualiza la importancia de ser preciso en los planes generales y en la normativa, porque cuando no son claros, se pueden interpretar, y a partir de ahí nacen los grandes errores del urbanismo español de este siglo, junto con las trampas y los juegos de corrupción tan típicos ya en nuestros Ayuntamientos, donde una zona que parece verde es un polígono, o la construcción de viviendas ilegales.
Los Planes Generales rigen la vida de cualquier ciudadano, y eso es una verdad como la vida misma. El plan general dice cómo va a distribuirse la ciudad por decirlo de alguna forma. Si algo que va a definir la ciudad donde vamos a vivir, partiese de una base o principios sostenibles como algo incluido (no un plus añadido posteriormente) la ciudad sería mucho más sana.
¿Quiere decir que todo lo que vemos verde en la ciudad o todo lo que nos venden como verde es sostenible y ecológico? Pues no. José María distingue el verde y el verdismo, o lo que es lo mismo, lo que es realmente ecológico y lo que es un disfraz. Muchas empresas han sacado a mercado productos ecológicos. Es importante aquí el cálculo del impacto ambiental del producto desde su producción, materiales, transporte, etc. Y ver el ahorro que produce dicho producto en energía y recursos, además de valorar el precio de venta del producto. Sólo así sabremos si es un producto ecológico o no.
Hablamos en clase sobre la ciudad de Masdar. En un principio esta ciudad ecológica situada en los Emiratos Árabes Unidos, y proyectada por Foster&Partners, va a ser la primera ciudad del mundo construida sin generar emisiones de carbono ni residuos. Estará abastecida por energía solar y su objetivo no solo es ser sostenible sino autoabastecida.
¿Nos lo creemos? Esta ciudad es uno de los ejemplos que podemos poner en donde se está tratando a la mano de obra como esclavos. Partiendo de este punto, donde se juega con la vida y los derechos de humanos, creo que el resto sobra, pero todavía queda tiempo para ve el resultado…
jueves, 24 de octubre de 2013
EN MI CIUDAD: "LAS PERSONAS PRIMERO". Charla de Victoria Fernandez Áñez. Jesus Ramos Santos
EN
MI CIUDAD: “LAS PERSONAS PRIMERO”
Belinda Tato en su ciclo de conferencias sobre la ciudad amable resume: “La ciudad es
el espacio para la democracia, donde todo el mundo se tiene que sentir
reflejado e identificado”.
Esta es una buena ocasión después de la charla de
Victoria Fernández para reflexionar sobre còmo hemos de reinventar nuestras ciudades tal y como la hemos heredado desde
la sostenibilidad urbana; ésta pasa
necesariamente por sus diferentes escalas
desde lo local a lo global,comentaba Victoria. Además se
hizo referencia a un nuevo urbanismo a partir de la transformación y el
reciclaje ligado a “poner a las personas
primero” como elemento primordial, a través de cambios incluso en la
legislación. La práctica urbanística se ha burocratizado absolutamente con una
estructura jurídico-administrativa tan pesada, que llega un momento en que se
pierde de vista el por qué se puso en marcha todo esto, ha rigidizado la
posibilidad de plantear ideas nuevas.
[i]José Mª Ezquiaga :” parte del convencimiento de que la calidad del espacio público es el catalizador más relevante para
desencadenar la transformación de la ciudad”. Este enfoque se sustenta primero
sobre el elemento más simple pero más rico del sistema: la calle; así como a la
recuperación de la memoria geográfica de la ciudad:la topografía original, los cursos de agua, las cornisas, que han
quedado con frecuencia eclipsadas por el predominio de la homogenización
constructiva y la movilidad.
Con la redacción
de unos Planes Generales racionales
con el medio se puede abordar esta planificación con criterios de sostenibilidad como: reducir la huella ecológica,
realizar una gestión eficiente de recursos materiales y energéticos, minoración
de impactos sobre el medio, y abordando nuevas
estrategias bioclimáticas de diseño urbano tal y como describe José Fariña. [ii]Las
soluciones para espacios abiertos deben considerar diferentes alternativas de
diseño urbano conforme a las condiciones climáticas o bioclimas estacionales
para el verano, el invierno y la transición entre ambos. Cada estación requiere
de diferentes estrategias de tipo pasivo.
No se puede pensar en abstracto
sino cómo realmente el urbanismo debe estar en equilibrio con la Naturaleza y
que garantice la felicidad de la gente. Según Joaquín Sabaté bel : “una sociedad que no respeta su territorio
no se respeta a sì mismo”.
Gustav Metzger declaró;
“primero tuvimos la naturaleza; después vino el medio ambiente”. El medio
ambiente es el humo que el hombre ha puesto sobre la naturaleza.
La legislación no se da por enterada de que
existe un cambio climático, hay un desfase entre los dirigentes políticos y
la sociedad. Independientemente de otras soluciones, más políticas o sociales
que tienen que ver con la educación y con cambios en el sistema de valores y en
las pautas de comportamiento , desde un punto de vista técnico de diseño
bioclimático urbano,nuestro reto futuro
se va a centrar en el reciclaje de la ciudad y su equipamiento:transporte
publico sostenible, potenciación de espacios verdes y biodiversidad de especies,
carriles bicis, sustitución de asfalto y pavimentos etc., en definitiva
restaurar el espacio público,y favorecer una edificación con criterios
bioclimáticos tales como soleamiento, ventilación, etc..Podemos leer, en
coincidencia, las recomendaciones que
nos daba Vitrubio: “De la elección
del lugar que debía ser sano, en lugar alto,sin brumas, ni heladas sin calor ni
frío y orientadas sus calles y plazas de manera que se alejasen de los vientos
molestos”.
Le
Corbusier, por el contrario,en su ciudad ex novo como Chandigarh valoraba solamente
su composición, y no tanto el proceso de gestión urbanística o de
sostenibilidad, y por lo tanto su éxito es relativo. Nosotros ahora estamos en
otra onda bien diferente y por eso me cuestiono ahora qué capacidad tienen las ideas de transformar la realidad y con
ello el espacio público, comentaba
mi profesor el Dr.Francisco: “el diseño tiene la capacidad de activar o
desactivar el espacio público”.Tendemos a pensar que sin norma no hay principio.
Pero, y creo que tú piensas lo mismo, los principios pesan más que las normas.
Las normas sin principios son cajones huecos.
Por tanto a partir de ahora no
se deben esperar grandes actuaciones urbanas, ni grandes cambios formales,según
J.M. Ezquiaga :una forma sería por ejemplo meter el verde en la ciudad, tales como
pasillos que conecten los sistemas naturales y de ocio pues antes la gente
salía fuera de la ciudad para buscarlo. Se reclama no grandes héroes sino trabajadores de tejido
social.Vamos a asistir al mayor punto de inflexión de la Historia, lo que
ocurra de aquí a unos años ya es cosa del grado de madurez que consiga la
humanidad. No podemos quedarnos de
brazos cruzados pues mientras estamos sensibles contemplando el territorio,otros están actuando.
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Bibliografía
(1) JOSE Mª EZQUIAGA, J. 2011. Ciudad y
territorio, Sueños de la razón
(2) JOSE FARIÑA: 2012 . Manual de diseño bioclimático urbano y Territorios y
ciudades mejor planificados.
(3) ESTHER HIGUERAS GARCÍA: Barcelona : Gustavo Gili, 2006. ISBN: 84-252-2071-8.
[i] JOSE Mª
EZQUIAGA, J. 2009. Los excesos
territoriales del modelo de desarrollo español.La casa encendida.2011
[ii] http://www.buenastareas.com/ensayos/Dise%C3%B1o-Bioclim%C3%A1tico-En-Espacios-Abiertos-Para/4798221.html
miércoles, 23 de octubre de 2013
Estrategias bioclimáticas de acción urbana,
por Victoria Fernandez
¿Quién recoge las hojas de los arboles cuando
se caigan? Queremos espacios verdes, queremos oír a los pájaros, queremos bulevares,
queremos no pisar charcos, queremos sombras, queremos sol, pero no queremos
cambiar.
De manera complementaria a lo que venimos
estudiando por ahora en las clases de clima sobre el comportamiento global del
clima y sus características a nivel mundial, Victoria Fernandez presenta los
interesantes análisis sobre los microclimas que se producen a nivel urbano, nuevos
microclimas que se producen en los asentamientos actuales. En las ciudades, construidas
por los seres humanos y unidas a las condiciones climáticas que ya existían de
manera natural anteriormente, el hecho de crear nuevas construcciones capaces
que junto con la forma de vida actual generan nuevos climas, a los que la ponente
denomina como microclimas urbanos.
Presenta una serie de estudios realizados
sobre intervenciones urbanas con criterios bioclimáticos, y para ello analiza unos
parámetros como el soleamiento, viento, materiales, parámetros que podrían ser
estos u otros muchos para la construcción de la ciudad sostenible.
Nos presenta una serie de estudios vasados en
el análisis por ejemplo en el soleamiento frente al sombreamiento, poniendo
claros ejemplos de cómo los ciudadanos en ausencia de estrategias urbanas que
no tuvieron en cuenta dichos parámetros bioclimáticos se las ingenian para
poder disfrutar del espacio público de una manera confortable para los que no
estaban pensado en origen. El viento, el agua, lo materiales son todos
importantes para poder concebir espacios agradables tanto para el uso público como
para un comportamiento bioclimático del espacio urbano público o no público.
Todos los parámetros que estudia Vicroria se podrían
presentar como auténticas e individuales infraestructuras urbanas por si solas,
todas y cada una expuesta a lo largo de una ciudad deberían ser una infraestructura
urbana, al igual que las convencionales
de agua, luz y saneamiento. Porque no una estructura urbana del viento que favorezca
su movimiento y su renovación, que tal una infraestructura del soleamiento para
invierno y su antagónica basada en el sombreamiento para el verano, que tal una
infraestructura que considera la tranquilad de las calles para el paseo o la
bici, sin duda son estructuras que para una ciudad y un urbanismo sostenible
deberemos de tener en cuento en el urbanismo del futuro de la sostenibilidad.
Sin duda el debate más interesante que generan
estos análisis presentados por Victoria, son el uso del espacio público, ya sea
con criterios bioclimáticos o no.
Nos presenta la necesidad de recuperar unos
espacios públicos que a su entender hemos perdido a favor de unos intereses
particulares, nos presenta unos espacios públicos para el uso y disfrute de
unos ciudadanos, pero es difícil que esos espacios se adecuen a las necesidades
de todos los que habitamos la ciudad, la ciudad es diversa tanto en uso como en
gustos, y deberemos de compaginar el espacio público destinado al esparcimiento
y la contemplación, junto con el comercial, junto con el cultural. La ciudad es
de todos y para todos y en una sociedad de consumo es normal que se
comercialice con el espacio urbano, que aun siendo de todos puede ser justo, ya
que hay ciudadanos que disfrutan y se divierten, se expanden y relajan con un
entorno consumista, sin duda hay quien disfruta con una instalación comercial
de Nokia.
Frente a esta tipología de urbanismo que nos
presenta Victoria nos encontramos con el actual, un urbanismo unas ciudades que
solo buscan la rentabilidad de los espacios público, buscando el mínimo mantenimiento
y mínimo coste, que busca la explotación y privatización temporal del espacio
que nos es de todos. El urbanismo actual proyectado bajo la constante del
coche, de una rentabilidad y de unos coeficientes de reparto y de
edificabilidad de un tiempo de excesos económicos y energéticos debe de
adecuarse a las nuevas necesidades de los ciudadanos.
¿Pero cómo
poder poner en práctica dichas pautas expuestas por Victoria para crear ciudades
más vivibles?, si cada vez queremos menos impuestos y la sociedad cada vez es más
egoísta, como vamos a proyectar espacios blandos y apacibles si no sabemos quién
va a recoger las hojas de los árboles cuando se caigan.
martes, 22 de octubre de 2013
Estrategia Bioclimática de Seción Urbana (VICTORIA FERNÁNDEZ) - David González Dillana
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El manual de diseño bioclimático urbano es un amplio documento desarrollado entre otros por José Fariña y Victoria Fernández, cuya función principal es la muestra de diferentes recomendaciones a la hora de la elaboración de normativas urbanísticas. El manual deja abierto un campo de trabajo para el diseñador urbano, hace reflexionar sobre las diferentes estrategias dentro del diseño de espacios públicos y los relativos a la edificación. A pesar de contar con 4 capítulos con gran cantidad de subcapítulos, durante la charla, Victoria se ha centrado en explicarlos el Tema 2: Ciudad y clima, junto con una serie de descripciones de variables y recomendaciones.
El primer punto en el que se centra son las escalas climáticas. Hay que comprender que por una parte tenemos el clima de escala regional, conocido como macroclima y por la otra aparece el clima general urbano (generado en una zona en concreto), llamado mesoclima. Nos debemos centrar en las condiciones de esos puntos en concreto, pues de la toma de los datos justo de esa zona podemos obtener información muy representativa para nuestro nuevo proyecto, que puede variar de las condiciones generales.
El manual de diseño bioclimático urbano es un amplio documento desarrollado entre otros por José Fariña y Victoria Fernández, cuya función principal es la muestra de diferentes recomendaciones a la hora de la elaboración de normativas urbanísticas. El manual deja abierto un campo de trabajo para el diseñador urbano, hace reflexionar sobre las diferentes estrategias dentro del diseño de espacios públicos y los relativos a la edificación. A pesar de contar con 4 capítulos con gran cantidad de subcapítulos, durante la charla, Victoria se ha centrado en explicarlos el Tema 2: Ciudad y clima, junto con una serie de descripciones de variables y recomendaciones.
El primer punto en el que se centra son las escalas climáticas. Hay que comprender que por una parte tenemos el clima de escala regional, conocido como macroclima y por la otra aparece el clima general urbano (generado en una zona en concreto), llamado mesoclima. Nos debemos centrar en las condiciones de esos puntos en concreto, pues de la toma de los datos justo de esa zona podemos obtener información muy representativa para nuestro nuevo proyecto, que puede variar de las condiciones generales.
Hay dos tipos de bases con las cuales el ser humano interactúa con el entorno y el entorno interactúa con el ser humano. Debido a ellas el ser humano experimenta estados de confort o estado de incomodidad dentro de un espacio.
La base física se compone del balance de energía a niveles urbanos, la circulación y calidad del aire, topografía del entorno, variables climáticas tales como radiación solar, temperatura... Por el otro lado, las bases fisiológicas, que las podríamos resumir como la forma que tiene el ser humano de interactuar con el entorno o mecanismos de intercambio de calor del ser humano y su entorno. La interacción térmica entre el hombre y su entorno tiene como función la de disipar el calor metabólico sobrante generado por el organismo en su tarea de mantener la temperatura interna constante, pudiendo realizarse mediante radiación, convección y evaporación.
Tras la primera parte un poco más
teórica, sin especificaciones concreta, pasamos a tratar de
establecer una serie de recomendaciones de diseño urbano adaptadas para climas
templados cuyo objetivo será:
- Mejorar el confort de la actividad humana.
- Mejorar el confort de la actividad humana.
- Mejorar el
comportamiento de los edificios.
Para evitar o disminuir las radiaciones solares debemos trabajar con las densidades, las orientaciones y
pendientes, además de la altura y anchura de las calles, así como habilitar
zonas de sombreamiento y zonas verdes, para reducir el estrés térmico. Cuando pasamos a hablar de la acción del
viento, tenemos que tener en cuenta que con la orientación y la ventilación son
unas de las estrategias posibles durante los meses sobrecalentados aunque
debemos calcular la protección. También la introducción de diferentes especies
vegetales para la creación de microbrisas.
El agua se incorpora de forma natural a los ciclos urbanos en forma de precipitación. Las láminas de agua son un importante recurso para el aporte de humedad al ambiente, contrarrestando el calor y la sequedad. Será importante dotar a los espacios libres con superficies permeables que puedan realizar funciones de regulación de la humedad, además de contribuir a disminuir la escorrentía.
La vegetación tiene un importante efecto en el microclima urbano. La existencia de zonas verdes en la ciudad supone una serie de beneficios que colaboran a la mejora de la calidad ambiental en espacios exteriores. El efecto oasis se produce a escala local, el aire caliente del entorno edificado baja sobre el parque, que se encuentra a menor temperatura. La vegetación impide el paso de la radiación solar directa y actúa como barrera acústica.
Los materiales deben ser aquellos que no sean tóxicos o nocivos para la salud humana o el entorno natural y suelos. Los materiales además deben provenir de zonas cercanas al lugar de su utilización y se deben adecuar al entorno.
Como conclusión debemos darnos cuenta de que la tarea urbanística no es algo sencillo, sino que es un proceso de largo desarrollo en el que intervienen muchos factores y tenemos que sopesarlos todos para la obtención del mayor beneficio.
El agua se incorpora de forma natural a los ciclos urbanos en forma de precipitación. Las láminas de agua son un importante recurso para el aporte de humedad al ambiente, contrarrestando el calor y la sequedad. Será importante dotar a los espacios libres con superficies permeables que puedan realizar funciones de regulación de la humedad, además de contribuir a disminuir la escorrentía.
La vegetación tiene un importante efecto en el microclima urbano. La existencia de zonas verdes en la ciudad supone una serie de beneficios que colaboran a la mejora de la calidad ambiental en espacios exteriores. El efecto oasis se produce a escala local, el aire caliente del entorno edificado baja sobre el parque, que se encuentra a menor temperatura. La vegetación impide el paso de la radiación solar directa y actúa como barrera acústica.
Los materiales deben ser aquellos que no sean tóxicos o nocivos para la salud humana o el entorno natural y suelos. Los materiales además deben provenir de zonas cercanas al lugar de su utilización y se deben adecuar al entorno.
Como conclusión debemos darnos cuenta de que la tarea urbanística no es algo sencillo, sino que es un proceso de largo desarrollo en el que intervienen muchos factores y tenemos que sopesarlos todos para la obtención del mayor beneficio.
Bibliografía: http://www.biourb.net - Manual
de Diseño Bioclimático Urbano
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