Estrategias bioclimáticas de acción urbana,
por Victoria Fernandez
¿Quién recoge las hojas de los arboles cuando
se caigan? Queremos espacios verdes, queremos oír a los pájaros, queremos bulevares,
queremos no pisar charcos, queremos sombras, queremos sol, pero no queremos
cambiar.
De manera complementaria a lo que venimos
estudiando por ahora en las clases de clima sobre el comportamiento global del
clima y sus características a nivel mundial, Victoria Fernandez presenta los
interesantes análisis sobre los microclimas que se producen a nivel urbano, nuevos
microclimas que se producen en los asentamientos actuales. En las ciudades, construidas
por los seres humanos y unidas a las condiciones climáticas que ya existían de
manera natural anteriormente, el hecho de crear nuevas construcciones capaces
que junto con la forma de vida actual generan nuevos climas, a los que la ponente
denomina como microclimas urbanos.
Presenta una serie de estudios realizados
sobre intervenciones urbanas con criterios bioclimáticos, y para ello analiza unos
parámetros como el soleamiento, viento, materiales, parámetros que podrían ser
estos u otros muchos para la construcción de la ciudad sostenible.
Nos presenta una serie de estudios vasados en
el análisis por ejemplo en el soleamiento frente al sombreamiento, poniendo
claros ejemplos de cómo los ciudadanos en ausencia de estrategias urbanas que
no tuvieron en cuenta dichos parámetros bioclimáticos se las ingenian para
poder disfrutar del espacio público de una manera confortable para los que no
estaban pensado en origen. El viento, el agua, lo materiales son todos
importantes para poder concebir espacios agradables tanto para el uso público como
para un comportamiento bioclimático del espacio urbano público o no público.
Todos los parámetros que estudia Vicroria se podrían
presentar como auténticas e individuales infraestructuras urbanas por si solas,
todas y cada una expuesta a lo largo de una ciudad deberían ser una infraestructura
urbana, al igual que las convencionales
de agua, luz y saneamiento. Porque no una estructura urbana del viento que favorezca
su movimiento y su renovación, que tal una infraestructura del soleamiento para
invierno y su antagónica basada en el sombreamiento para el verano, que tal una
infraestructura que considera la tranquilad de las calles para el paseo o la
bici, sin duda son estructuras que para una ciudad y un urbanismo sostenible
deberemos de tener en cuento en el urbanismo del futuro de la sostenibilidad.
Sin duda el debate más interesante que generan
estos análisis presentados por Victoria, son el uso del espacio público, ya sea
con criterios bioclimáticos o no.
Nos presenta la necesidad de recuperar unos
espacios públicos que a su entender hemos perdido a favor de unos intereses
particulares, nos presenta unos espacios públicos para el uso y disfrute de
unos ciudadanos, pero es difícil que esos espacios se adecuen a las necesidades
de todos los que habitamos la ciudad, la ciudad es diversa tanto en uso como en
gustos, y deberemos de compaginar el espacio público destinado al esparcimiento
y la contemplación, junto con el comercial, junto con el cultural. La ciudad es
de todos y para todos y en una sociedad de consumo es normal que se
comercialice con el espacio urbano, que aun siendo de todos puede ser justo, ya
que hay ciudadanos que disfrutan y se divierten, se expanden y relajan con un
entorno consumista, sin duda hay quien disfruta con una instalación comercial
de Nokia.
Frente a esta tipología de urbanismo que nos
presenta Victoria nos encontramos con el actual, un urbanismo unas ciudades que
solo buscan la rentabilidad de los espacios público, buscando el mínimo mantenimiento
y mínimo coste, que busca la explotación y privatización temporal del espacio
que nos es de todos. El urbanismo actual proyectado bajo la constante del
coche, de una rentabilidad y de unos coeficientes de reparto y de
edificabilidad de un tiempo de excesos económicos y energéticos debe de
adecuarse a las nuevas necesidades de los ciudadanos.
¿Pero cómo
poder poner en práctica dichas pautas expuestas por Victoria para crear ciudades
más vivibles?, si cada vez queremos menos impuestos y la sociedad cada vez es más
egoísta, como vamos a proyectar espacios blandos y apacibles si no sabemos quién
va a recoger las hojas de los árboles cuando se caigan.
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