lunes, 21 de octubre de 2013

Encuentro ASA - MEEYAB 02__11/10/2013___Mª Jesús González

Transición a la sostenibilidad.

Para hablar de arquitectura sostenible es necesario hablar de ética, de esas decisiones
basadas en un criterio de valor, de esas preguntas, ¿Qué?,¿Cómo?, ¿Para Quién?, etc. que nos debemos hacer todos a  la hora de tomar una decisión. Es imprescindible tener en
cuenta  factores como el tiempo o la durabilidad, ya que el significado de un edificio cambia con el transcurso de los años al igual que cambia el propio ser humano.

Las sociedades Teocéntricas dieron lugar a un tipo de arquitectura concreta. Su sistema económico de producción esclava y de régimen feudal, su política centralista, y esa ideología de Dios como centro del universo supuso una disociación del hombre con la naturaleza. Cuando caen estas sociedades se amplía la búsqueda de conocimiento y comienza una investigación. La arquitectura empieza a plantearse cuestiones sociales y a la vez naturales.

Comienzan a surgir numerosos literatos, naturalistas, políticos, filósofos, etc. que se preocupan por estas cuestiones, como es el ejemplo de Henry David Thoren, naturalista y filósofo, que quiso experimentar su vida en la naturaleza y que hoy en día su obra y su ejemplo mantienen todavía una fuerte influencia en los movimientos en defensa de los derechos civiles.

Esta preocupación va desarrollándose hasta que se cristaliza con el llamado movimiento ecologista, movimiento ambientalista, donde se comienza a advertir sobre los efectos que pueden acarrear en un futuro una sociedad inmersa en plena revolución industrial. Rachel Carson,  con su  libro “Primaveras silenciosas” tuvo una enorme influencia, proporcionando unidad y fuerza a lo que hasta entonces era una conciencia incipiente y dispersa, ayudando a que se cristalizara el movimiento.

Arne Naess estuvo muy influenciado por esta obra y cristalizó estas preocupaciones en la ecología profunda. “La Tierra no está a nuestro servicio, la naturaleza nos pertenece a todos por lo que es necesario una relación armónica entre ella y el ser humano. Todo ello implica un cambio de actitud, acciones y estilo de vida
.
A mediados de la década de 1980 Félix Guattari escribe Las tres ecologías donde propone el concepto de ecosofía, una aproximación profunda a la ecología y a la posibilidad de construir efectivamente otra relación con el mundo. Sus tres registros ecológicos, el medio ambiente, relaciones sociales, y el de la subjetividad humana se van acercando a preocupaciones arquitectónicas.

Llegamos a  la conclusión de que la arquitectura tiene que responder a cuestiones éticas actuales, existen unas preocupaciones sociales, medioambientales; ya no vivimos en el mundo de Tolomeo. ¿Cuánto necesitamos para vivir y cuánto usamos?, ¿Cuál es el ciclo de vida de un producto?, el ser humano está dejando una huella ecológica insostenible y estas son cuestiones que nos debemos plantear.

Si volvemos a hacer hincapié en aquellas premisas en las que se basaba la ecología Profunda de Arne Naess, “El contrato natural” de Michel Serres y “Las Tres Ecologías de Guattari”, es necesario y fundamental la concienciación ciudadana. Conseguir convertir las cadenas de producción en un ciclo cerrado, reducir la huella ecológica y estrechar las relaciones sociales no es una cuestión económica sino de concienciación ciudadana de que otro mundo mejor es posible.

Bibliografía:
 -www.thoreausociety.org
 -www.ecopolitica.org
 -www.rachelcarsoncouncil.org
 -www.veoverde.com


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