viernes, 22 de noviembre de 2013

Urbanismo con perspectiva de género.
    Si el urbanismo es la actividad que pretende gestionar la realidad urbana de una sociedad, Eva Alvarez nos presenta un análisis cronológico inicial sobre la cuestión urbanística durante el desarrollo humano mediante el cual nos demuestra cómo durante toda la historia el urbanismo ha estado a merced de otros intereses que poco tienen que ver con el bienestar de los habitantes que lo conforman. Así nos presenta un urbanismo basado en el desarrollo industrial de la década de los 50-60 como punto de inicio de las ciudades que actualmente tenemos, y como gestionar esa herencia de una época en la que el urbanismo solo buscaba poder dotar de recurso a la ciudad que la permitiera poder seguir creciendo e industrializándose. Esos desarrollos han dado lugar a las ciudades actuales, donde se consumen demasiados recursos, existen grandes desarrollos y estructuras, y en la que los ciudadanos consideran que son ciudades difíciles de habitar con problemas de integración, marginalidad e incluso perjudiciales para la salud. De esta manera es como la ponente nos presenta un Urbanismo sostenible que hoy en día es el que pretender transformar las ciudades recibidas de una época puramente industrial y dotarlas de la igualdad, equidad, eficiencia económica y respeto al medio natural que hoy en día demandan los ciudadanos y que urge para el planeta.
  Eva Alvarez se centra en el discurso más social del urbanismo sostenible, ese que pretende dotarnos de equidad y más especialmente en el urbanismo de género, entendiendo que el urbanismo histórico y actual trataba la los hombres y a las mujeres no solo diferenciándolos por sujetos diferentes biológicamente, si no como realidades diferenciadas socialmente. Presentando un urbanismo que atendiendo a la igualdad de ambos géneros responde también a las necesidades de una realidad y justicia social nos presenta una realidad urbana en la que el hombre es quien se encarga del trabajo remunerado mientras que la mujer se encarga del no remunerado mayoritariamente desarrollado en la casa y como ese división del reparto de trabajo genera un urbanismo particular y en clara desigualdad para la mujer, como ese urbanismo es diferenciador entre sexos.
   Durante la ponencia se vincula contantemente que la mujer con su papel en la sociedad como reproductora necesita de unas infraestructuras propias o al menos unas estructuras mas amables con sus necesidades de poder compaginar la vida familiar con la laboral, y como eso hace configurar una ciudades que en dotan de unos servicios por ejemplo de transporte que dan respuesta a esas necesidades de la mujer. Analiza también los espacios de servicios y terciarios como espacios poco amables con la igualdad de género y también presenta diferencias en lo referente a la vivienda, presentado una realidad que excluye  a los hogares habitados por mujeres a los espacios más desfavorables de las ciudades.
  La última parte de la explosión del tema del urbanismo de genero pretende dar unas series de respuestas para integrar la no división de género en el urbanismo, mediante por ejemplo la práctica de infraestructuras para la vida cotidiana, intervenciones en el transporte, en los barrios y en un sin fin de parámetros que hagan el urbanismo más amable.
  El concepto de urbanismo de género, puede acuñarse como tantas otras cuestiones que afectan a la equidad o igualdad entre hombres y mujeres, las diferencias son notorias en la sociedad actual pues arrastra un bagaje con una fuerte carga histórica de desigualdades, pero dotar al urbanismo de la una nueva etiqueta mas que es la de genero se pude antojar como excesivo, la problemática que presenta Eva  Alvarez y que desarrollo con un buen discurso no es otra que la problemática entra el buen y el mal urbanismos y su puesta en escena, no creo que sea necesario denominar al mal urbanismo de machista ni al bueno de integrador, simplemente bastaría con denominarlo de bueno y malo. El urbanismo no adolece de nuevas etiquetas o de nuevas subdivisiones y particiones, el urbanismos es bueno o malo simplemente, y el urbanismo que no dote a la sociedad actual las necesidades de que cada día mujeres permita la toma de decisiones y la conquista de nuevos espacios que antes les estaba vetados no es más que mal urbanismo, como sucede  así como el urbanismo que no tenga en cuenta las realidades raciales o culturales que podría denominarse urbanismo multicultural, o el que se ocupe de las desigualdades del mundo de la discapacidad, en definitiva la infinidad de suburbanismos que pudieran surgir y que no son otra cosa el que urbanismo mal hecho.
 
Bibliografía:
 
Urbanismo con perspectiva de género, Instituto Andaluz de la mujer.

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