Indicadores
participativos: ECOLOGÍA URBANA Y OPINIÓN CIUDADANA
Actualmente nos encontramos en un
panorama en el cual la ciudad ya no es como la habíamos imaginado, y por lo
tanto la manera en la que debemos de intervenir en ella debe de cambiar. Los
instrumentos tradicionales del planeamiento se muestran ineficaces ante el
momento de crisis y el post-boom inmobiliario en el que vivimos. Es por ello
que necesitamos nuevas formas de pensar y diseñar la ciudad que nos permitan
resolver los problemas creados por las viejas ideas, donde la participación
ciudadana puede ayudarnos dándonos una serie de fórmulas para el diseño (indicadores participativos) en los que
la solución no viene dada por un agente exterior que no conoce profundamente la
situación.
En este sentido, se nos presenta la
regeneración integral participativa del barrio Virgen de Begoña en Madrid
(viviendas de bloque abierto en donde la intervención es prioritaria por su
actual estado de deterioro), en el cuál se va a aplicar esta nueva forma de
diseñar siempre partiendo de un proceso participativo
y de investigación del barrio junto
con los ciudadanos. Es por eso que se trata de una fase abierta en la que la
gente que vive allí debe y puede impulsar el proceso de regeneración de la
colonia.
Los pasos para producir este nuevo
concepto, surgen de la oportunidad de generar una serie de canales de
comunicación que permitan entenderse entre diferentes agentes, y que se
proponen en 3 fases de actuación: difusión
que consiste en la divulgación del proyecto y hacer que la gente lo conozca
(visibilización que genera transparencia); ciudadanía
en la que se conciencia y enseña a los ciudadanos para poder trabajar juntos
por un proyecto común, siempre de una forma lúdica donde la gente reconoce los
problemas para intentar solucionarlos, y así se consigue un barrio más unido y
por lo tanto más en sintonía (colectividad, concienciación y arraigo) y proyecto participativo donde la
población trabaja junto a los técnicos para desarrollar mediante determinadas decisiones
las transformaciones que están consensuadas (apropiación, creatividad
colaborativa y testeo).
Así, se consigue que casi todas las
áreas del gobierno se impliquen en el proyecto.
Por lo tanto, para generar ciudad, la
primera fase consiste en implicarse
en un proceso de búsqueda de opiniones
de los ciudadanos con estrategias de participación activa (ir al barrio y
recoger críticas), las cuales nos servirán para conocer los puntos de actuación.
Además, actualmente disponemos de diversas fuentes
de datos y herramientas que nos
pueden ayudar a conseguir una opinión general de lo que se requiere, como puede
ser urban sensi que recoge la información generada en blogs, tweets…, la
tramita y nos remite información de la opinión, la cual no es sesgada como puede
ocurrir en las encuestas, aunque en este caso se puede limitar únicamente a
ciudadanos usuarios de internet.
Los indicadores participativos por
tanto se usan para generar un PLAN de
MEJORA, en donde las decisiones estén respaldadas y se evalúen los
progresos (intereses políticos). Pero para llegar a estas conclusiones, tratan
de relacionar o cruzar dos tipos diferentes de indicadores, los de sostenibilidad
o cuantitativos y los cualitativos. Los primeros a su vez se dividen en 4
ámbitos: ambiental (trata el impacto
ambiental de las intervenciones y el estado del ecosistema), social (analiza el grado de diversidad,
complejidad, equilibrio y cohesión sociales y como se adapta a los cambios), funcional (registra la eficiencia del
diseño, la movilidad y las infraestructuras de la trama urbana) y económico (estudia la complejidad del
tejido económico, servicios y recursos productivos y su evolución).
Los cualitativos a su vez, se basan en las percepciones y opiniones ciudadanas sobre los
distintos aspectos de la ciudad
objeto de estudio. De esta forma, las opiniones, tienen una temática (o
varias), un ámbito (ambiental, social, funcional o económico), un emisor
(persona que emite la opinión) y un carácter (positivo o negativo).
De cada uno de los indicadores se
sacan parámetros para relacionarlos entre ellos y cruzar información de
carácter cuantitativo con información cualitativa, de forma que surgen infinidad
de lecturas, que nos llevan a conseguir encontrar puntos en común, priorizar
propuestas, tomar decisiones, ver debilidades o identificar la necesidad de
obtener más información ciudadana en determinados entornos urbanos.
Así, gracias a los indicadores
participativos, podremos generar un nuevo urbanismo siempre partiendo de una fase investigadora, desde la cual, tú
puedas desarrollar tu propia interpretación con un lenguaje entendible por
todos los agentes que facilitará la comprensión, y así procesar una imagen
conjunta de lo que se quiere realizar acorde con la administración y opinión
ciudadana. Y desde ese punto, pasar a una fase
productiva en el que la ciudadanía por lo tanto, ya se haga responsable y
apoye, el proyecto realizado.
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Bibliografía
www.paisajetransversal.org y www.planur-e.es
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