viernes, 8 de noviembre de 2013

Prototyping sustentability, Uriel Fogue (Jesus Fernandez)

Activar el debate, con esta pretensión presenta Uriel Fogué la ponencia, no sabemos lo que es la sostenibilidad, puesto que la estamos construyendo entre todos, no sabemos cómo debe ser la arquitectura sostenible, no lo sabemos por qué la estamos inventando, construyendo y testando, pero él lo tiene claro que lo que hace falta y lo que pretende es el debate y la experimentación mediante acciones urbanas que involucren al ciudadano de una manera activa.
  Para ello nos presenta una seria de actuaciones que a lo largo de su experiencia profesional ha podido poner en práctica para provocar ese debate y esa experimentación. Mediante la experiencia primera de hacer visible lo invisible o “abriendo la caja negra”, nos presenta como existe una realidad que es visible en una cota superior frente a otra que de manera menos visible ocurre de una manera oculta a lo largo de la historia de la construcción de la ciudad. Frente a la realidad actual en la que esas infraestructuras ya si aparecen de una manera más visible, y nos propone intensificar dicha presencia, intensificarla para poder tomar conciencia de su existencia y de su importancia en nuestro modo de vida. Nos empieza a preparar en el debate sobre la creación de infraestructuras del paisaje, y de cómo no debemos de seguir domesticando la naturaleza para incluirla en la ciudad, si no que debemos de asumirla como natural y sin artificios.
  Mediante el ejercicio de los procesos de tecnificación del espacio público, nos presenta el debate de la visibilidad de la energía para la concienciación de los ciudadanos y mediante la propuesta de unos árboles artificiales en el espacio público nos habla de un nuevo destino y uso de los espacios públicos más allá de los del esparcimiento. Nos propone una ruptura con los procesos jacobinos y nos propone un uso consciente de la energía individual para un bien colectivo, con la argumentación de que la plaza se paga sola. Recogiéndole el guante de la necesidad de debate, me surgen ciertas incoherencia o inexactitudes en el mismo, ya que la plaza se paga con un uso activo del individuo, la propuesta requiere la persistente presencia activa de los ciudadanos e individuos, lejos de los planteamientos pasivos en las propuestas arquitectónicas actuales del resto del mundo sostenible, en esta instalación debemos de tener un papel activo en el proceso sostenible del equilibrio de la cuidad, algo que es totalmente imposible , los sistemas deben ser más pasivos, las infraestructuras del paisaje si bien deben de tener presencia para mantener esa conciencia que demandamos no deben de suponer una sobre participación para los ciudadanos. Ya nos dijeron que la revolución industrial traería la liberalización del hombre, que libre del yogo de la producción se dedicaría a la reflexión, el aprendizaje y las contemplación, siendo el resultado lo contrario, un hombre más esclavo aun de las maquinas. No podemos presentar el desarrollo sostenible como un nuevo proceso esclavista, ¿el hombre esclavo de la energía?.
“La dimensión de la estética en la sostenibilidad” mediante este debate Uriel nos presenta la dimensión de la Micropolítica mediante la reflexión y la construcción de la casa del futuro, como desde la actuación cotidiano del individuo podemos crear las condiciones de cambio necesarias mediante la práctica de lo que él denomina la micropolítica. Como desde la cotidianeidad del individuo se puede hacer política. De una manera más o menos jocosa nos presenta una propuesta de vivienda en la una vez más el ciudadano tiene una parte activa imprescindible para el fin que pretende, que es la búsqueda de esa desobediencia energética, de cómo el individuo puede mediante actuaciones individuales transformar el juego de la actual distribución de la energía, una vez más nos presenta la fórmula para hacer Micropolitica. Frente a un futuro donde muchos han visto a unos humanos tecnificados sin necesidad de relaciones humanas ni actividad física como en el ejemplo de la película de Wall-i que nos propone, expone un individuo activo y dinámico que junto con  su actividad metabólica necesaria para su bienestar también pueda aportar un bien superior y colectivo en forma de donativo energético.
  Uriel Fogué nos presente interesantes debates, pero todos ellos con una importante carga de voluntad humana, con una carga muy activa del individuo en todo este proceso sostenible, que si bien es necesario e imprescindible como he comentado ya varias veces, no pude convertirse en un proceso esclavista, las sostenibilidad debe de ser mucho más sutil, mediante la acción humana voluntariosa pero no imprescindible debemos de crear espacios sostenibles, la sostenibilidad debe estar latente y presente en lo que construyamos pero nunca sometiendo al ser humano a una nueva hipoteca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario