lunes, 16 de diciembre de 2013

ENCUENTRO ASA 06_16 de Noviembre de 2013_ANDRÉS PEREA

El proyecto arquitectónico en el paradigma de la Sostenibilidad: CADUCIDAD y RECONVERSIÓN o RECICLABILIDAD

En estos momentos, nos encontramos en un panorama en el cual la ciudad ya no es como la habíamos imaginado, y por lo tanto, la manera en la que debemos de intervenir en ella debe de cambiar. Nuestra antigua forma de pensar, en la que la arquitectura era un bien que debía de perdurar durante cientos de años actualmente no tiene sentido, ya que cualquier arquitecto piensa que su edificio no dudará eternamente. Así que, debemos de replantearnos esos pensamientos y proponer lo que puede ocurrir con las construcciones cuando dejen de cumplir la función para la que fueron diseñadas, y teniendo presente siempre la ecología y el medio ambiente.

Así que, esta nueva idea donde la arquitectura tiene fecha de caducidad, es un elemento vital que nos debe de servir como nuevo material creativo, ya que la sustentabilidad tiene que ver también con la forma de pensar y acercarse a las decisiones de proyecto. En este sentido, podríamos decir que en la sostenibilidad lo realmente importante es la huella ecológica y con ella la prescripción, y por lo tanto, las decisiones del proyecto deben de tener que ver con la reciclabilidad y la reconversión. Por este motivo, podremos admitir que “la arquitectura está preñada o argumentada desde su fecha de caducidad”.

Estos conceptos se aplican en el proyecto para el concurso de un Polideportivo en Alaurín el Grande, en el cuál, la memoria del proyecto nos muestra los pasos que se deberán de seguir para desmontar el edificio cuando deje de ser útil. Además, podemos observar también como determinadas piezas metálicas son de tal manera para que luego puedan servir como pilares en nuevos proyectos, y así el edificio podrá ser reciclado totalmente (reciclabilidad). Igualmente podemos ver esas ideas en el diseño del concurso para el Pabellón de la Feria de Milán (Pabellón Italia), ya que, desde un primer momento se pretende que el edificio sea usado para la Expo y posteriormente se convierta en un centro de investigación tecnológica (reconversión). Por lo tanto, se crea una estructura tridimensional que genera una planta totalmente libre, sólo interrumpida por una rampa como elemento de comunicación vertical.

Además de todo esto, en el diseño del concurso para la Plaza de la encarnación en Sevilla, se nos muestra un nuevo concepto que se añade al anterior, y que debiera ser el primer mandamiento para el arquitecto o urbanista sostenible: “Amad las preexistencias sobre todas las cosas, luego podréis tirarlas, pero primero empezad por amarlas”. Y es por esto que, para este concurso se plantea una estructura apoyada sobre unos muros pantalla perimetrales ya existentes, de forma que se respeta los restos arqueológicos que se encontraron y no se pisa el suelo. Además de que se permite la posibilidad de que si el proyecto fuera un fracaso, se podría dejar el lugar como se encontró. También, se introduce la siguiente idea: “llegarán los tiempos de las cosas ligeras” (lema), basada en el libro de Javier Echeverría “Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno”, en el cuál se nos habla de tres entornos: el primero, el natural (identificado en la naturaleza); el segundo, el urbano (identificado en la ciudad); y el tercer entorno o telépolis (esfera net), que es compatible con ambos usando los nuevos avances tecnológicos, y que surge porque existe el problema de que los dos primeros no han conseguido llegar a una coexistencia. De esta manera, se introducen en la plaza espacios que se encontrarán en ese tercer entorno definido anteriormente, en el que la ciudadanía podrá interactuar en la plaza con la ayuda de internet y las nuevas tecnologías.

Por otro lado y también en relación a la sostenibilidad, podremos entender la arquitectura según Antonio Fernández Alba como un problema de representación del espacio (forma o imagen), es decir, basada en un estilismo; o como un problema de construcción del espacio, donde todos los elementos son necesarios para que el edificio se mantenga en pie, de forma que, se expresa la calidad cultural y durabilidad de la construcción.

Por lo tanto, a la hora de diseñar debemos tener presente nuevos conceptos que nos ayuden a ser más sostenibles: respetar siempre y en primer lugar lo que hay; pensar en la caducidad de la construcción y su posterior uso; y generar edificios transparentes casi como inacabados, fijándonos por ejemplo en el proyecto New Babylon de Constant, en el que se plantean construcciones cambiantes y adaptables a los deseos y necesidades de las personas, y donde los espacios públicos y de vivienda conforman una unidad estando separados de los espacios de circulación. DE esta forma, y aplicando estas nuevas reglas, podremos sin duda contribuir a vivir en un mundo mejor.
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Bibliografía
Clase Magistral de Andrés Perea en la ETSAM
Libro: "Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno" de Javier Echeverría
El proyecto New Babylon de Constant Nieuwenhuys

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