Urbanismo con perspectiva de género: WOMEN´S ISSUES,
GENDER PLANNING and GENDER MAINSTREAMING
El urbanismo con perspectiva de género, es aquel en el que se
persigue la calidad de vida para todo el mundo y el acceso equitativo a los bienes
y recursos urbanos.
Queramos o no,
diferentes tipos de personas utilizan o perciben de forma diferente el espacio público
o privado de la ciudad. Por ejemplo, las mujeres pueden sentirse inseguras en
un determinado lugar, debido a que esos espacios no han sido diseñados acordes
con las necesidades de ellas. Por lo tanto, las ciudades han sido planificadas
por diseñadores que no eran conscientes de las exigencias reales de todos sus
habitantes, y en particular, del punto de vista y necesidades específicas del
género femenino. Así que, debemos generar
una nueva ciudad que tenga en cuenta las nuevas visiones que
todos sus habitantes consideran
importantes y necesitan para vivir mejor.
Los procesos de socialización entre mujeres y hombres han sido diferentes, por lo
que tradicionalmente se han asignado unas determinadas tareas a la mujer, relacionadas al papel de cuidado, que no son tenidas en cuenta
por los hombres. En este sentido, y como ya se ha explicado anteriormente, normalmente
no pensamos las cosas con la perspectiva de todos los usuarios que han de
llegar ahí, de forma que segregamos
y hacemos invisibles determinadas
acciones que deberían ser visibles,
y que si se tuvieran en cuenta, serían beneficiosas no sólo para la mujer, sino
que también para niños, discapacitados, ancianos e incluso el hombre (al
realizar las labores que tradicionalmente se le asignan al género femenino y
que actualmente también le corresponden).
En este sentido, la participación ciudadana, mediante datos
estadísticos y la colaboración de las personas con menor representación en los
procesos de toma de decisiones (además de la incorporación de la experiencia de
las mujeres), es una herramienta fundamental en el diseño urbanístico, y es un acto
que es indispensable para mejorar la convivencia y eliminar las
discriminaciones que puedan existir. A partir de las aportaciones ciudadanas,
llegamos a la conclusión de que se
dispone de una percepción del uso del
espacio público diferente entre diferentes personas, desde distintos puntos
como la seguridad, transporte, accesibilidad o espacio relacional.
Normalmente la mujer a
lo largo del día debe de realizar diversas tareas de la vida familiar, además
de su propio trabajo, que son de muy diferentes índoles (compra, limpieza,
cuidado…) y en lugares actualmente muy distanciados, por lo que no podrá
realizarlas todas si seguimos con los modelos de ciudad actual. Y si además, el
acceso al transporte público es inseguro, se limitarán también los horarios.
Por lo tanto, en estos momentos hay que pensar en la restricción que impone la estructura
espacio-temporal en las ciudades a la hora de diseñar, e ir a espacios en donde
se tenga en cuenta al peatón; exista cierta seguridad; se puedan realizar recorridos
cortos o existan ciudades compactas que generen lo anterior; se disponga de una
buena calidad de infraestructuras….
De esta forma, las pautas para integrar la dimensión de
género en el urbanismo, parten de favorecer
la vida cotidiana y crear una ciudad de distancias cortas, de forma que cambiaríamos totalmente el diseño
de la ciudad que actualmente tenemos. Son cambios que afectan al espacio urbano
a todas sus escalas, desde la vivienda y su entorno inmediato, al barrio y al
conjunto urbano y metropolitano. Las recomendaciones
para esos cambios se centran en: integración
de usos y proximidad (usos diversos y cercanos que permitan llegar rápido
al producto deseado); transporte
(mejorar la calidad, seguridad y ergonomía); espacio público y seguridad (diseño de espacios públicos con
accesos y localizaciones seguras); vivienda
(asegurar mezcla y diversidad de tipologías, y realizar diseños que respondan a
las personas que lo habiten); actividad
económica (mayores ofertas de empleo en lugares donde haya una mayor
accesibilidad, transporte y seguridad); equipamientos,
comercio y ocio (localización accesible en transporte público de
infraestructuras hospitalarias, de ocio y de cultura).
En definitiva, se
lucha por una ciudad más progresista,
en la que tanto mujeres (que no son más débiles aunque socialmente se las haga
más frágiles porque quizás tengan menos voz) como hombres, niños, ancianos,
personas con problemas de movilidad… puedan vivir mejor según los deseos de
cada uno, que en realidad son prácticamente los mismos o lo deberían de ser en
un futuro. De forma que aplicando unas nuevas pautas de diseño, obtengamos el
resultado de una CIUDAD PARA TODOS
en donde todos los habitantes se
encuentren cómodos.
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Bibliografía
Blog La ciudad viva: Eva Kail (espacios
inusuales en Viena)
Urbanismo con perspectiva de género
(Junta de Andalucía) Unidad de Igualdad y género
Para todos la 2 Debate: Perspectiva de
género en urbanismo
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