lunes, 16 de diciembre de 2013

ENCUENTRO ASA 07_23 de Noviembre de 2013_EVA ÁLVAREZ

Urbanismo con perspectiva de género: WOMEN´S ISSUES, GENDER PLANNING and GENDER MAINSTREAMING

El urbanismo con perspectiva de género, es aquel en el que se persigue la calidad de vida para todo el mundo y el acceso equitativo a los bienes y recursos urbanos.
Queramos o no, diferentes tipos de personas utilizan o perciben de forma diferente el espacio público o privado de la ciudad. Por ejemplo, las mujeres pueden sentirse inseguras en un determinado lugar, debido a que esos espacios no han sido diseñados acordes con las necesidades de ellas. Por lo tanto, las ciudades han sido planificadas por diseñadores que no eran conscientes de las exigencias reales de todos sus habitantes, y en particular, del punto de vista y necesidades específicas del género femenino. Así que, debemos generar una nueva ciudad que tenga en cuenta las nuevas visiones que todos sus habitantes consideran importantes y necesitan para vivir mejor.

Los procesos de socialización entre mujeres y hombres han sido diferentes, por lo que tradicionalmente se han asignado unas determinadas tareas a la mujer, relacionadas al papel de cuidado, que no son tenidas en cuenta por los hombres. En este sentido, y como ya se ha explicado anteriormente, normalmente no pensamos las cosas con la perspectiva de todos los usuarios que han de llegar ahí, de forma que segregamos y hacemos invisibles determinadas acciones que deberían ser visibles, y que si se tuvieran en cuenta, serían beneficiosas no sólo para la mujer, sino que también para niños, discapacitados, ancianos e incluso el hombre (al realizar las labores que tradicionalmente se le asignan al género femenino y que actualmente también le corresponden).

En este sentido, la participación ciudadana, mediante datos estadísticos y la colaboración de las personas con menor representación en los procesos de toma de decisiones (además de la incorporación de la experiencia de las mujeres), es una herramienta fundamental en el diseño urbanístico, y es un acto que es indispensable para mejorar la convivencia y eliminar las discriminaciones que puedan existir. A partir de las aportaciones ciudadanas, llegamos a la conclusión de que se dispone de una percepción del uso del espacio público diferente entre diferentes personas, desde distintos puntos como la seguridad, transporte, accesibilidad o espacio relacional.

Normalmente la mujer a lo largo del día debe de realizar diversas tareas de la vida familiar, además de su propio trabajo, que son de muy diferentes índoles (compra, limpieza, cuidado…) y en lugares actualmente muy distanciados, por lo que no podrá realizarlas todas si seguimos con los modelos de ciudad actual. Y si además, el acceso al transporte público es inseguro, se limitarán también los horarios. Por lo tanto, en estos momentos hay que pensar en la restricción que impone la estructura espacio-temporal en las ciudades a la hora de diseñar, e ir a espacios en donde se tenga en cuenta al peatón; exista cierta seguridad; se puedan realizar recorridos cortos o existan ciudades compactas que generen lo anterior; se disponga de una buena calidad de infraestructuras….

De esta forma, las pautas para integrar la dimensión de género en el urbanismo, parten de favorecer la vida cotidiana y crear una ciudad de distancias cortas, de forma que cambiaríamos totalmente el diseño de la ciudad que actualmente tenemos. Son cambios que afectan al espacio urbano a todas sus escalas, desde la vivienda y su entorno inmediato, al barrio y al conjunto urbano y metropolitano. Las recomendaciones para esos cambios se centran en: integración de usos y proximidad (usos diversos y cercanos que permitan llegar rápido al producto deseado); transporte (mejorar la calidad, seguridad y ergonomía); espacio público y seguridad (diseño de espacios públicos con accesos y localizaciones seguras); vivienda (asegurar mezcla y diversidad de tipologías, y realizar diseños que respondan a las personas que lo habiten); actividad económica (mayores ofertas de empleo en lugares donde haya una mayor accesibilidad, transporte y seguridad); equipamientos, comercio y ocio (localización accesible en transporte público de infraestructuras hospitalarias, de ocio y de cultura).

En definitiva, se lucha por una ciudad más progresista, en la que tanto mujeres (que no son más débiles aunque socialmente se las haga más frágiles porque quizás tengan menos voz) como hombres, niños, ancianos, personas con problemas de movilidad… puedan vivir mejor según los deseos de cada uno, que en realidad son prácticamente los mismos o lo deberían de ser en un futuro. De forma que aplicando unas nuevas pautas de diseño, obtengamos el resultado de una CIUDAD PARA TODOS en donde todos los habitantes se encuentren cómodos.
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Bibliografía
Blog La ciudad viva: Eva Kail (espacios inusuales en Viena)
Urbanismo con perspectiva de género (Junta de Andalucía) Unidad de Igualdad y género
Para todos la 2 Debate: Perspectiva de género en urbanismo

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